La periodista y escritora Mónica Carrillo asegura que la ficción, frente a su labor informativa vinculada a los hechos reales de actualidad, "permite la libertad absoluta" y es "reconfortante".

"La literatura lo que me permite en el plano personal es evadirme y complementar esa faceta que me da el periodismo, que es contar historias sujetas a la actualidad. En la ficción puedo crear personajes, inventar tramas y hacer lo quiera con ellas. Soy sobre todo una comunicadora".

Así lo ha manifestado la autora, ganadora del Premio Azorín 2020 por la novela 'La vida desnuda', que publica Planeta.

Se trata de un relato que se inicia a partir de una llamada inesperada y del viaje que emprende la protagonista, Gala, para despedirse de su abuela. A lo largo de las páginas, descubrirá que nada es lo que parece en su familia y que, a pesar de las apariencias, todos guardan secretos.

Carrillo explica que la idea de la obra la venía "barruntando desde hace tiempo" porque los secretos y los tabúes son material que siempre le ha "fascinado".

En su nueva obra, la ilicitana plantea una estructura en la que dosifica la información "y el lector va descubriendo la vidas ocultas de la mano de Gala". En 'La vida desnuda', Mónica Carrillo se fija, además, otro reto, el de construir una novela coral porque le interesaba "dar distintas voces".

La voluntad de la escritora por narrar historia y expresar emociones hace que apueste por formatos muy diversos, también las redes sociales. Sus microcuentos triunfan en su cuenta de Twitter, que se acerca al medio millón de seguidores, y hoy mismo ha publicado el que hace el número 700.

El microcuento y la novela son "exigencias distintas". En el primero, "el gran reto es, con pocas palabras, ser muy certero y es maravilloso conseguir emocionar en apenas dos líneas". "La novela es algo más complejo por la estructura, la trama, los personajes...", añade.

Sobre las redes, asegura que le gusta la crítica y la disparidad de opiniones, pero con lo que no está tan de acuerdo es con "la confrontación". "Y lo que no es de recibo --prosigue-- ni en Twiter, ni en el parlamento ni en tu casa son las faltas de respeto y generar un ambiente de crispación simplemente como una manera de hacer ruido".

En su opinión, provocar este ruido es "fácil", pero en muchas ocasiones corresponde a una minoría. En este punto, ha puesto como ejemplo que es "injusto" generalizar casos aislados de comportamientos incívicos durante el confinamiento cuando la actitud general de los ciudadanos "ha sido ejemplar".

Precisamente, preguntada por cómo ha vivido la crisis de la Covid-19, ha comentado que, desde el punto de vista periodístico, ha sido como "un día de la marmota trágico con los datos devastadores y sin poder contar nada positivo".

"Un libro confinado"

En este tiempo, no ha escrito porque 'La vida desnuda' ha sido un "libro confinado", ya que debía haber salido a la venta el 31 de marzo y, finalmente, lo hizo el 9 de junio. "Quería reservar toda mi pasión y esfuerzo para presentarlo a los lectores", asevera.

Por último, ha incidido en el la alegría y "la gran responsabilidad" que supone ganar un galardón como el Azorín, premio que impulsa la Diputación de Alicante en colaboración con la Editorial Planeta. "Es un espaldarazo y ahora se cierra el círculo llegando a los lectores", concluye.