Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alicante, sociedad vaciada

El profesor de Sociología de la UA Juan Antonio Roche toma la ciudad como ejemplo global del efecto del coronavirus a partir del análisis de 14 imágenes del fotógrafo Rafa Arjones, tomadas durante la fase 0 del confinamiento

Una mujer cruza la avenida Maisonnave desierta. Rafa Arjones

Calles vacías, señales de tráfico inútiles, playas sin bañistas, balcones donde aplaudir y hacer deporte, ciudades desiertas y casas con más actividad que nunca, soledad e interrelación social. Todo ello se refleja en una selección de 14 imágenes del fotógrafo de INFORMACIÓN Rafa Arjones, tomadas en la fase cero del confinamiento tras el estado de alarma decretado el 14 de marzo por el coronavirus. Imágenes que el profesor titular de Sociología de la Cultura y de las Artes en la Universidad de Alicante Juan Antonio Roche ha tomado como ejemplo «local y global» de las consecuencias sociales y políticas del coronavirus.

A partir de este corpus fotográfico de Arjones, Roche prepara un artículo que publicará próximamente en una revista internacional sobre el efecto que la pandemia ha tenido en la sociedad y de cuyo trabajo hablará hoy a las 17 horas en la lección inaugural de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala. La conferencia será online a través de la web y redes sociales de dicha escuela.

El sociólogo de la UA ha comparado la selección fotográfica de Arjones con otras 17 imágenes de fotoperiodistas de otras partes de España y del mundo con resultados visuales muy parecidos, que muestran que «Alicante ha vivido el coronavirus de manera global», con imágenes similares a lo sucedido en otras ciudades del planeta (mensajes en los balcones, personas que cruzan calles sin tráfico, etc.), y que el fotoperiodismo otorga una imagen «afectiva» a la realidad de una sociedad que experimenta una situación límite.

El sociólogo añade que Rafa Arjones, con quien trabaja en otro proyecto de libro sobre imágenes de soledad y desarraigo, «es un fotoperiodista muy bueno, tanto como lo pueda ser otro de The Guardian o El País». Sus imágenes «trascienden su exclusivo marco local», apunta, y revelan que la ciudad constituye un ejemplo más de la globalización de la pandemia y de sus efectos en la sociedad.

Roche analiza a través de las fotografías cuatro grandes consecuencias durante el confinamiento: que las ciudades quedaron desiertas (con ausencia de acciones y relaciones sociales, distancia social y enclaustramiento) y con ello la sociedad también fue vaciada, lo que provocó un aumento de la desigualdad social; que ante el vaciamiento urbano la casa amplió sus funciones hasta convertirse en un «hogar-mundo» donde realizar actividades de siempre y otras nuevas; que como consecuencia de todo ello las emociones se intensificaron, tanto el individualismo como la idea de comunidad que despertó, así como el miedo a la naturaleza representado por el virus.

La fotografía como documento

El profesor de Sociología defiende el valor de la fotografía como documento social y considera que la carga emotiva de la imagen siempre es mucho mayor que la del texto escrito y ayuda a «humanizar los problemas sociales», en este caso de los afectados por el Covid-19, así como a revelar las contradicciones y ambivalencias en las que el coronavirus sitúa a la sociedad.

Las fotografías analizadas de Rafa Arjones y de otros fotoperiodistas, a su juicio, «han convertido a los protagonistas retratados en humanos individuales, sufrientes y luchadores, al tiempo que le han puesto voz al silencio que vivió la ciudad durante los largos días del confinamiento».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats