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Jorge Martí: «Hacemos conciertos más emocionales para acortar las distancias»

El grupo regresa a los escenarios con la frustración de verse obligados a aparcar la gira de su 25 aniversario - El sábado actúan en las Noches Mediterráneas del puerto de Alicante

Jorge Martí, cantante y guitarrista de La Habitación Roja, en el centro de la imagen.

P La covid

R Pues como hemos podido, con resignación. Es difícil, pero es lo que le está pasando a todo el mundo. La música es uno de los sectores más afectados. Con mucha tristeza al principio, muy afectados por el drama sanitario, y luego por las consecuencias económicas y profesionales. Teníamos preparada la gira más importante de nuestra carrera, con montones de fechas, una escenografía y luces que nunca habíamos hecho, con una formación de seis músicos: nos iba a reforzar Edu de Sidonie. Era una cosa muy emotiva y muy chula, íbamos sumando fechas, también después del verano... ahora todo es diferente, nos han salido algunos conciertos y vamos a intentar llevar un poco de alegría y de música a la gente e intentar acortar las distancias que ahora mismo nos separan con música, hacer conciertos cercanos, a nivel emocional. Pero la sensación es extraña. Me recuerda a una de las veces que tocamos en el FIB y Bob Dylan llevó su autobús a pie de escenario, bajó, tocó, subió al autobús y se fue. Comentaba el otro día que nuestros conciertos ahora son así: llegas al camerino, de ahí al escenario, vuelta al camerino y al hotel. No ves a nadie, no te tomas nada con nadie, muy raro.

P No queda otra, aunque a los conciertos les falte el lado físico.

R Totalmente... a ver, los empresarios y los promotores y los grupos se juegan mucho. Ya que tenemos ahí una pequeña ventana para hacer cosas, si encima no respetamos las normas pues seguramente se nos señalará con el dedo, y puede ir incluso a peor. Creo que los promotores se lo toman muy en serio, no solo los grupos, el público también, con mucho civismo. Se trata de sobrevivir, de que pase esto algún día y que podamos volver a la antigua normalidad, que no es nostalgia pero molaba mucho más.

P La gira de aniversario no se suspende, se pospone...

R Si, como decía Ángel Nieto, con su 12+1, nosotros haremos 25+1 y si no un 25+2. Más que nunca hay que celebrar la vida y los años que pasamos juntos.

P ¿El confinamiento fue un acicate para crear o es un mito eso de que la reclusión inspira?

R A nivel personal, los primeros tres meses fueron de shock total, estábamos bloqueados. Todo el rato pendientes de las noticias, bastante abatidos y era difícil componer. La vida te va nutriendo de experiencias y yo tenía claro que todo ese poso en un momento dado lo íbamos a regurgitar y sacarlo en forma de canciones. Al final las canciones se nutren de las experiencias pesonales. Cuando empezó a mejorar la cosa y a sentir cierto alivio, como compositor sentí la necesidad de sacar de dentro cosas que se habían quedado ahí durante la pandemia y hemos hecho canciones, en septiembre sacaremos una. Lo bonito de la musica es que te nutres de experiencias negativas y las conviertes en canciones que expresan un poco un sentir y que hace que cuando las cantes empieces a tener cierta distancia con lo que has vivido. De alguna manera aquello de 'quien canta su mal espanta' es un poco el resumen. Cuando lo cantas es cuando superas el momento duro.

P Para muchos de tus seguidores fue una sorpresa enterarse de tu doble vida como enfermero en Noruega.

R Es una parte de mi vida que nunca había contado y se reveló en el documental In the Middle of Norway (2018). De 2013 a 2018 estuve trabajando por temporadas de enfermero en Noruega. Claro, es otra cara del glamour y el éxito que rodea a la musica, es como la vida real. Ahora no lo hago porque pensaba dedicarme este año al tema del aniversario y, al final, ni una cosa ni la otra. A mucha gente le sorpende y lo entiendo. Es una profesión bonita y ha salido ahora muy reforzada con la pandemia. Me siento superorgulloso de mis compañeros y compañeras que se dedican a la salud.

P ¿Está siendo muy distinta la crisis del coranavirus en España y Noruega?

R Las condiciones culturales y de vida son muy distintas en ambos países. En Noruega hay menos gente y ya de por sí con más distanciamiento social. Yo vivo en una zona remota y aislada y ha sido muy tranquilo. La mascarilla no era obligatoria pero se han tomado las mismas medidas y la gente está muy concienzada. Lo peor para mí de España ha sido la falta de unión y consenso en la clase política. En Noruega he visto al país como una piña. Y allí también ha habido falta de personal y material, pero es un país pequeño con muchos recursos económicos y la transmisión no ha sido comunitaria como en España

P ¿Por qué dejásteis Mushroom Pillow tras dos décadas por el sello discográfico Intromúsica?

R Habíamos finalizado contrato y necesitábamos un plus de energía e ilusión, de entusiasmo, aunque la pandemia nos ha cortado un poco el empuje. Es algo natural.

P En cierta manera, los grupos como el vuestro se están salvando de la quema, porque los que tocan en pequeñas salas o en grandísismos escenarios tienen muy difícil volver ahora.

R Somos un grupo bastante dinámico, con capacidad camaleónica de transformarse a gran formato en festivales y luego, en pequeños espacios, hacer las cosas de otra manera. En ese sentido somos un grupo más manejable, nos podemos adaptar a las circunstancias bastante bien. Hay artistas a los que les costará más. Es una cuestión de mentalizarse y volver un poco a las trincheras, hay que rebajar pretensiones en todos los aspectos pero al final la entrega es la misma para nosotros.

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