Con la situación actual, tocar en directo es casi un privilegio.
Un poco no, somos muy privilegiados por poder tocar y en las condiciones en las que nosotros tocamos, que no hacemos ni streaming ni acústicos, porque vamos con el show entero. Sabemos que es un esfuerzo por parte de todos, no solo de nuestro entorno, de los promotores que nos ofrecen conciertos en condiciones muy buenas de seguridad. No podemos mas que sentirnos muy agradecidos y afortunados.
¿La pandemia no ha alterado vuestro show?
Salvo por una pequeña diferencia, que en lugar de estar todos puestos como fichas de ajedrez en sillas estarían todos abrazándose, sudando y rebozándose, que es una parte muy importante de los conciertos en directo. O cogemos lo que hay ahora o te quedas en casa. O esto o nada. Hay que empujar por la música y demostrar que se puede hacer de forma segura y que no somos toreros ni plazas de toros llenas ni aviones llenos... voy a calmarme un poco porque tengo mi septiembre a bocajarro y no me quiero calentar.
Días antes del estado de alarma tocasteis en San Vicente.
Sí, en la sala The One, al día siguiente en Granada y luego catapúm, increíble. Veníamos de hacer como unos 50 bolos, estábamos en una especie de inercia maravillosa, cuando todo empieza a estar súper rodado, a nivel técnico y musical ya tienes una confianza. Creíamos que eso iba a estar ahí siempre y a los dos días te das cuenta de que vas a pasar cuatro meses sin tocar. Como decía una frase que me hace mucha gracia, el lunes todos acertamos la quiniela. Para mí era un concierto más, ahora pensándolo con la distancia tenía que haber sido un concierto muy especial, pero estas cosas no se saben.
Si hay un grupo del que se puede esperar una canción o referencia al confinamiento y la pandemia creo que serías vosotros...
Sin llegar a ser un grupo político ni adoctrinador ni hostias de esas, en cuanto a la temática de las letras, que es Abraham quien se encarga de ellas, nos gusta hacer letras que podamos defender los cuatro, no es un discurso en primera persona. Sí es cierto que nos cuestionamos muchas veces la realidad que nos rodea, la circunstancias dan para eso y para mucho más, con lo que está cayendo. También nos gusta no dejar las canciones presentadas de forma muy explícita, que tengan un poco de doble lectura, no ser tan explícitos y directos. Intuyo que algo caerá, pero no la canción del covid en plan estoy en mi casa hasta los huevos. Algo de eso habrá, si no una referencia muy clara más bien el tono de los tiempos en los que estamos. La tecnología nos ha ayudado bastante cuando estábamos en casa, pudimos hacer algo, aproximarnos a ideas o conceptos, sobre todo para no estar tirados en el sofa viendo la tele y poniéndonos enfermos.
Me admira vuestra capacidad de casar las letras con la música. Si las lees independientemente no te imaginas el traje musical que confeccionáis.
Nos interesan las dos dimensiones, la parte lírica y la musical. Sí que es cierto que buscamos una interación entre ambas. Solo la música puede ser una cosa, solo la letra puede ser otra, pero nos gusta que las dos se ayuden, se entrelacen y se sostengan. Una buena letra sin un acompañamiento de música pues seguramente sea menos gracioso y solo musica sin letra tampoco puede ser muy interesante. El secreto no sé donde está, si lo supiese..., intuyo que va por muchos años de oficio antes de llegar a León Benavente ,y también por una coincidencia vital entre los cuatro, una visión de la música muy parecida que hace que todos rememos hacia el mismo lado. Te lo dice alguien que ha estado en grupos que eran como tú a Boston y yo a California, era un sindiós de egos. La experiencia nos relaja el ego y vemos que lo que importan son las canciones.
Hay muchas referencias a los años ochenta y noventa.
Somos de una generación que es lo que nos tocó, lo que vivimos y lo que tenemos dentro. Nacimos todos en el 75 o 76.
¿Te atreves a aventurar cómo quedará la industria musical tras la pandemia?
Va a ser terrible, mucho tejido de la música se va a ir a tomar por culo porque no aguanta. Nosotros somos unos privilegiados. Podemos tener otro aguante porque venimos de una gira como decía de unos 50 conciertos. Pero no solo músicos y proyectos, las salas, los promotores, todo se va a ir a la mierda, pero aquí parece que lo único que interesa es el fútbol y los toros, pues nada, va a ser terrible. Es muy difícil hacer cualquier tipo de prevision por lo cambiante de todo, lo que hoy vale mañana no. Hay mucha incertidumbre y trategias.
Para el día 17 se han convocado protestas contra el estado de la cultura.
Y es necesario, por supuesto, porque parece que no existimos. es que incluso parece que hay como una mala fe manifiesta. Yo entiendo que te digan que no puedes hacer un festival, pero que horas antes de comenzar un montaje de un concierto, con todo lo que implica, te digan pues no, ahora no puedes, ¡pero tío por favor, a unas horas! Hay un maltrato generalizado y creo que esas protestas son muy necesarias. No es que se ignore, es que parece que se quiere joder al personal, es que no son solo los músicos, detrás hay técnicos, ingenieros de sonido, cargas y descargas, salas, todo un sector que se va a la mierda y aquí parece no importar ni a dios. Como no es un torerito o un futbolista pues nada.
El mismo día que el Consell reducía el aforo de Amaral de 800 a 400 al aire libre en Alicante, autorizaba 700 personas en una partido de balonmano en un pabellón cerrado en Benidorm...
Es que eso es lo que me da por pensar, parece que vais a por nosotros y además os reís en nuestra cara, vosotros os jodéis y aquí al lado lo permitimos. Mira, llevamos unos ocho o nuevo bolos en esta cosa extraña y veo unas medidas de seguridad impecables, una pulcritud de libro... y luego ves corridas de toros, la madre que los parió.
