Rodar en Alicante, pese a todo

Mirando al mar (2019), de Ángel Puado; Criando Ratas (2016), de Carlos Salado; Fishbone, de Adán Aliaga (2018), y Bollywood made in Spain (2017), de Ramón Margareto, son las películas que se ofrecen en pantalla grande en este ciclo que culmina el viernes con un encuentro de los cuatro directores junto a la concejal de Turismo, Mari Carmen Sánchez, Luis Tormo, de la Agencia Valenciana de Turismo, y Vicente Seva, director del festival, en el salón de actos de la antigua Cámara de Comercio, a las 10 horas. La proyecciones en Kinépolis, a las 20 horas, tienen una entrada de 4 euros salvo Criando ratas, película que en su momento se subió a YouTube, y que será de entrada libre.

Lejos de los tiempos de rodajes en los estudios de Ciudad de la Luz, que acogieron 65 producciones entre 2005 y 2012, Alicante todavía sirve de escenario para filmar historias, como atestiguaron ayer tres de los cuatro directores y el productor Miguel Molina, de Jaibo Films, en la presentación del ciclo, que sirve de antesala al Festival de Cine de Alicante que se celebra del 17 al 24 de octubre.

Ángel Puado recordó que Mirando al mar es su tercer largometraje rodado en la ciudad, tras 9 bares y El perro naranja, y destacó que «Alicante es un lugar pequeño, manejable y con sitios estupendos para rodar. Se nos da bastante bien, hemos rodado donde nos han dejado y donde no, y solo nos faltaría alguna ayuda del Ayuntamiento o de la Diputación» para mejorar las condiciones, ya que «no somos tantos los que hacemos cine aquí, con actores alicantinos y equipos alicantinos». Puado señaló que su próximo proyecto, En el aire, se encuentra paralizado por el coronavirus: «Hasta que las PCR sean más baratas, hacer cine independiente es bastante complicado».

En el margen se sitúan las películas de Carlos Salado, cuya ópera prima superó el millón de visualizaciones, y en la que invirtió 6 años de su vida para mostrar «la cara oculta de una ciudad –extrapolable a cualquier territorio del mundo– que muchos conocen y otros no, que quise reflejar como si mirara por una mirilla y sin juzgar». Salado indicó que este verano ha rodado diez pequeños vídeos para un disco que lanzará dentro de dos meses, «todos en Alicante, desde la Cantera hasta el Cabo de las Huertas o San Blas, Santa Pola o los Arenales y la experiencia ha sido brutal, con una preproducción de tres semanas». A la espera de financiación, el cineasta tiene en cartera una nueva película y una serie.

Por su parte, Aliaga y Molina recordaron que con su productora llevan más de diez años rodando aquí y lamentaron el cierre de los estudios alicantinos. Molina destacó el «buen tamaño» de Alicante para rodar «igual que en una gran ciudad con todos los servicios» y además poco explotado y echó en falta la falta de profesionales técnicos desde el cierre de Ciudad de la Luz, ya que «muchos se fueron de aquí y estaría bien recuperar esa industria». Aliaga rueda ahora un documental en Tabarca y Margareto, según indicó Vicente Seva, prevé localizar en Alicante su próximo proyecto, Taxi Queen.

La edil de Turismo indicó que la Alicante Film Office está «en negociaciones» con varios rodajes y destacó la luz de la ciudad como atractivo pero añadió que este es un «año complicado» por las restricciones del coronavirus.