Podría ser una puerta normal sin más. Pero no lo es. Lo que han sacado a la luz las excavaciones que se están realizando en el Tossal de Manises de Alicante es una poterna, es decir, una puerta secundaria defensiva en la muralla que servía como salida para, en caso de ataque, sorprender al enemigo. Este hallazgo en el lateral norte del yacimiento de Lucentum sitúa este enclave como un centro estratégico y defensivo de gran magnitud sobre el siglo I antes de Cristo, tal como asegura Manuel Olcina, director del MARQ y de esta campaña junto a Eva Tendero y Antonio Gilabert.

«No es una puerta normal porque su existencia, que servía para sorprender a los enemigos en caso de ataque, nos demuestra que la complejidad de la arquitectura militar romana aquí es impresionante», apunta el arqueólogo. «Tenemos todos los elementos de los grandes complejos militares defensivos: una doble puerta, una torre de flanqueo, un bastión, una muralla de casi tres metros de anchura, la poterna... cumple con todos los requisitos de una fortificación muy poderosa, muy potente».

La puerta, de 1.41 metros de ancho y una altura estimada de 2, sería similar a la que se puede ver en la muralla de Tarragona, fechada en el siglo II a.C. «Viendo la de Tarragona, podemos entender cómo era la de aquí; en ambos casos, la muralla es megalítica, con bloques enormes, algo que es muy típico de la arquitectura militar romana republicana».

«No teníamos ni idea de que aquí pudiera haber este tipo de fortificación es ese momento porque las fuentes escritas no dicen nada de que sea este un punto importante de defensa -asegura Olcina-, pero nos estamos dando cuenta de que sí, de que este tramo de costa es muy importante en ese momento porque comunicaba con el Vinalopó o el interior de la montaña alicantina».

Eva Tendero asegura que «no nos lo esperábamos». Cuando empezó la campaña, «retiramos la grava del suelo y vimos algo extraño porque la poterna estaba totalmente tapada, pero cambiaba el módulo, no eran bloques tan grandes y se veía claramente que era un vano que estaba cubierto».

Lo sorprendente, afirma el director del MARQ, es que una ciudad de poco más de 4 Ha. cuente con tantas construcciones defensivas. «Que aparezca en una ciudad como Tarragona es comprensible, pero en un recinto militar de este tamaño demuestra su importancia».

La muralla en la que aparece esta puerta secundaria corresponde a la construcción romana realizada sobre la ciudad cartaginesa del siglo III a. C., primer asentamiento en ese enclave. «Primero fue una ciudad cartaginesa, porque es un punto de control del territorio; después los romanos la conquistaron pero la dejaron abandonada, hasta que hay guerras civiles y en el siglo I a. C. lo recuperan como centro de defensa, construyen las torres y la muralla; cuando llega la paz pierde su carácter defensivo y se convierte en la ciudad de Lucentum, que desapareció en el siglo II d. C. porque económicamente deja de ser viable».

Todo eso, según el arqueólogo, se deduce por las diferentes campañas de excavaciones que se han ido haciendo en los últimos años. «La información la sacamos por lo que nos dice la arqueología, no porque tengamos testimonios escritos».

Nunca fue atacado

En realidad, este recinto fortificado se construyó con carácter defensivo, pero nunca fue atacado. «Con Augusto llegó la paz y se convirtió en ciudad, en un municipio, porque las construcciones militares ya no tenían sentido».

Cuando se transformó en la ciudad de Lucentum, perdió su carácter defensivo y por delante de la poterna se construyó una cloaca. «Eso anuló completamente esa puerta lateral y la tapó; de hecho, ahora se puede ver que el acceso, que comunicaba el exterior con el interior, está cruzado por esa cloaca».

En la campaña, que finaliza hoy, también se ha excavado una parte del muro de la ciudad cartaginesa y el año que viene se procederá a la fase de consolidación y musealización de la zona de la muralla, la puerta principal y la poterna.Oferta cultural y turística

La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, lanzó ayer una invitación a la ciudadanía para visitar las zonas abiertas al público. «Esperamos que estos conocimientos reviertan en la sociedad contribuyendo a una mayor y más variada oferta cultural y turística de calidad».

Destacó además que «los trabajos de investigación realizados a pie de campo en los grandes parques arqueológicos, uno de ellos el Tossal de Manises, nos permiten seguir avanzando en el conocimiento de nuestra historia con nuevos detalles del periodo histórico romano, base de nuestra civilización».