Convertir la Caja Blanca de Las Cigarreras en un espacio de transformación constante es uno de los objetivos del proyecto experimental Ensayo antes de la actuación, una muestra comisariada por Diana Guijarro que reúne las piezas de seis artistas. La muestra se inaugura hoy al público pero cuando se clausure el día 9 de enero no será la misma.

Los artistas Gonzalo Puch, Julia Mariscal, Rodríguez-Méndez, Rosana Antolí, Eduardo Infante y Zilvinas Landzbergas irán transformando el espacio con sus intervenciones e invitarán al público a actuar a través de actividades o workshops a lo largo de toda la muestra.

De hecho, ya han acudido visitantes en los días previos a la inauguración para observar el montaje de Puch y participar en su Jardín Astronómico, que utiliza elementos de desecho y plantea temas como la ecología uniendo dos ideas, «un cosmos lleno de chatarra flotando en el espacio y la precaria situación del planeta», indica el artista.

El público estará acompañado en su visita de guiños, como textos que te invitan a reaccionar y objetos en el suelo, más que en las paredes, para crear «un poco de inquietud y no pasar por las cosas de forma superficial», apunta la comisaria.

«Este es un proyecto que reflexiona sobre el ensayo y error, sobre si algo funciona o no, y lo interesante que es movernos en un espacio contemporáneo abierto a la incertidumbre», indica Guijarro, que considera que los espacios artísticos «tienen que reflejar la inquietud que nos envuelve» y la idea es que la muestra «cambie permanentemente y que la gente vea que las exposiciones son lugares donde ocurren cosas, que están vivos».

El alicantino Eduardo Infante y su instalación El rayo verde habla de «la facilidad que supone ponerse a dibujar, que es un lenguaje al alcance de cualquiera», explica el artista, que plantea la paradoja de que con la misma facilidad «dejamos de hacerlo con el tiempo y abandonamos un lenguaje que dominamos, la plástica». Por este motivo, Infante invitará al público a que se ponga a dibujar en la pared: «La imaginación y la fantasía es algo liberador y con este ensayo/error me gustaría compartir que no pasa nada, que no buscamos obras maestras y que cualquiera pude decir algo» con una tiza en la mano.

Eduardo Infante, perfilando su obra. Álex Domínguez

El espacio de Rosana Antolí está ocupado por una videoinstalación de su proyecto vital Virtual Coreography, iniciado en 2016 y en continua ejecución. Antolí comenzó este trabajo grabando en Londres a personas en sus gestos cotidianos para componer una «coreografía social». Fue extendiendo este acto a otros lugares y personas del mundo con el fin de documentar la gestualidad propia de cada lugar. Durante la exposición, también se grabará a público de Alicante y sus vídeos formarán parte del proyecto.

En la misma línea se sitúa el trabajo de Julia Mariscal, Cuéntame tu ordenamiento en la constelación, que parte de una acción en video donde donde la artista utiliza ciertos elementos (sal, embudo, abanico..) para crear sus piezas. La artista dejará en una carta instrucciones al público para que actúe con su obra durante una hora y ella realizará una última intervención con todo lo transformado.

Diana Guijarro, comisaria de la exposición, y el concejal Antonio Manresa.

El coruñés Rodríguez-Méndez presenta La mano seca, un vídeo que emplea la simbología en la gente que se arrodilla en las iglesias y prepara una sorpresa en Alicante que no puede desvelar, mientras que el lituano Zilvinas Landzbergas juega con la luz y la naturaleza creando diferentes escenografías.

Ensayo antes de la actuación fue la propuesta elegida en la convocatoria Buitblanc de la Concejalía de Cultura, dotada con 9.000 euros. El edil Antonio Manresa invita a los ciudadanos a participar en sus obras, «que siguen un hilo conductor y cada dos o tres semanas irán evolucionando».