El coleccionista Santiago Vivanco retiró ayer, horas antes de la subasta prevista en Barcelona, la supuesta carta atribuida a Miguel Hernández y dirigida a Pablo Neruda, por las dudas sobre su autenticidad. Este documento, que en principio iba a salir con un precio inicial de 12.000 euros, formaba parte de las más de 600 piezas que se subastaron ayer, por un precio de partida de todo el lote cercano a los 650.000 euros, que conforma la mayor colección privada del poeta chileno.

El coleccionista, según recogía ayer Efe, destacó que «como hay dudas, aunque no las hubo hasta ayer (por el miércoles)», no quiere «traspasar ningún problema a nadie y por eso se retira de la subasta, pero sigo creyendo que es auténtica», subraya.

Esta autenticidad que defiende Vivanco fue puesta en duda la semana pasada, tal como publicó INFORMACIÓN el pasado martes, cuando el coleccionista chileno Patricio Pérez Aguilar reconoció el texto de la carta como la dedicatoria que el poeta oriolano escribió en la edición príncipe de Viento del pueblo, el 8 de septiembre de 1938, para regalar a Neruda. Este volumen fue adquirido por el propio Pérez Aguilar el 18 de abril de 1993 a un médico, a quien se lo había regalado Delia del Carril, compañera de Pablo Neruda.

Esta aparición, unido al escepticismo mostrado por el experto hernandiano Jesucristo Riquelme, llevaron a dudar sobre la autenticidad del documento adquirido por Vivanco hace 15 años, según asegura él mismo, a un reputado librero creyendo que se trataba de un original y como tal lo pagó.

Ante la posibilidad de que no sea auténtico, sino que se trate de un documento en el que alguien copió la dedicatorio de Miguel Hernández, el coleccionista hizo a la casa de subastas La Suite incluir: «Compra realizada por D. Santiago Vivanco, como carta auténtica de Miguel Hernández hace más de quince años, a un importante librero de Madrid».

Las diferencias entre ambos escritos está en algunos trazos de la grafía, que no se corresponden con los del poeta alicantino, y también cambios de palabras que, según Riquelme, parecen responder a que quien lo hizo no entendía lo escrito por el autor de Nanas de la cebolla.

La Fundación Pablo Neruda ha considerado falsos o dudosos 32 de los 238 lotes que salían a subasta y cuya autenticidad ha defendido Santiago Vivanco.

El coleccionista, que lleva más de 25 años adquiriendo objetos relacionados con el chileno, aseguró ayer «poner la mano en el fuego» por su colección, que «nunca había sido cuestionada hasta ahora», y que en numerosas ocasiones ha servido para que obras suyas «se expusieran públicamente».