El artista alicantino Antonyo Marest, que ha pintado muros, fachadas y edificios enteros por medio mundo en los últimos años, ha dejado las alturas por unos días para inaugurar en Madrid una nueva exposición con sus obras más recientes realizadas durante el confinamiento.

La muestra Sun Harbour. Miami Sunrise, inaugurada el pasado sábado y que se podrá contemplar hasta el próximo 6 de diciembre en Furiosa Gallery (junto a Caixa Fórum y La Fábrica), supone la vuelta de Marest a Madrid con una exposición individual después de cinco años de ausencia.

Este solo show reúne medio centenar de obras que tienen como eje el hotel Sun Harbour de Miami, un lugar bullicioso y legendario durante las décadas de los 70, 80 y 90 en esta ciudad estadounidense al sureste de Florida y lo convierte en una «suite de lujo» de este hotel.

Neones, esculturas y pinturas forman parte del medio centenar de obras que Antonyo Marest expone en Furiosa Gallery de Madrid bajo el título de Sun Harbour. Miami Sunrise.

«Un día me perdí en Miami y me encontré con este hotel, construido como una antigua villa italiana. Un señor mayor empezó a contarme historias que ocurrieron entre esos años y me enamoré del sitio», apunta Antonyo Marest, que a partir de ese escenario ha creado un total de 37 pinturas, una decena de esculturas, dos más en forma de polo y una instalación en neón «inspiradas en lo que el individuo percibe a través de la mirada y de cómo el recuerdo y el anhelo o saudade nos hace añorar un pasado fragmentado y a veces no vivido», apunta sobre la exposición comisariada por Fran Picazo.

Neones, esculturas y pinturas forman parte del medio centenar de obras que Antonyo Marest expone en Furiosa Gallery de Madrid bajo el título de Sun Harbour. Miami Sunrise.

El hotel Sun Harbour fue un lugar icónico por la vitalidad de sus invitados y las populares fiestas que allí se celebraron, fruto de la realidad, mitos y leyendas de los excesos de su sociedad multicultural durante las últimas décadas del pasado siglo y este establecimiento continúa abierto en la actualidad, en el corazón de Bai Harbour en Miami Beach.

Marest, cuyo estilo colorista que combina elementos mediterráneos y geométricos con connotaciones Art Déco de los años 20 es inconfundible, despliega en estas obras todo su «tropicalismo». El artista utiliza todas las esencias conceptuales y formales para acentuar en las obras creadas elementos alegóricos protagonistas de la noche del Miami «dorado de la élite social, el lujo, las burbujas de champán, la moda, los clubes exclusivos y las mansiones a pie de bahía».

Una de las pinturas de Marest

Según Picazo, las obras de Antonyo Marest representan «un recorrido a través de la visión arquitectónica, colorista, humanista y artística, exultante en la transición de colores, dinamismo de formas y composiciones».

Volver a Estados Unidos

Marest, de 33 años, ha pintado desde la última fase de la desescalada, a finales del mes de junio, alrededor de cinco mil metros cuadrados de superficie a lo largo de siete intervenciones en paredes de edificios de Bélgica, Italia y España, uno de ellos en el interior de un edificio de apartamentos en la calle Bailén de Alicante.

Con cerca de doscientas obras pintadas por los cinco continentes, el artista alicantino espera viajar cuando sea posible de nuevo a Estados Unidos, donde le esperan un mural en Carolina del Norte, otro en Nueva York, y un nuevo muro y una torre en Miami.