Juan Carlos Peña (Madrid, 1948) lleva 35 años viviendo en el Mediterráneo y eso se nota en sus óleos, llenos de luz, sobre todo en sus marinas. Pero el confinamiento ha supuesto un cambio en su obra: «He pintado mucho en este tiempo, la mitad de las obras que hay en la exposición. Ha sido un año duro, muy raro, sigue siéndolo, y eso se ve en los tonos, más serios y oscuros, las composiciones, el estilo más etéreo, sin llegar al abstracto total, pero sí se pierde la línea definida que tenían antes mis obras», explica el artista autodidacta, cuya obra aumentó tras su jubilación como aparejador.

«Si su creatividad ya apuntaba a una progresiva pérdida de las formas, ahora nos sorprende con un renacimiento que culmina en su paulatina desaparición», reflexiona la catedrática de arte Almudena García-Orea Álvarez.

Peña justifica su atracción por la indefinición formal indicando que «la vida cambia y el arte también, incluso algún paisaje antiguo lo he retocado ahora, pero siempre dejo algo de horizonte para sugerir un 30 por ciento de la pintura y que el espectador tenga libertad de ver lo que quiera».

La muestra, formada por 29 obras, se inaugura mañana a las 20 h. en el Club INFORMACIÓN.