En la noche del sábado al domingo finalizará el horario de verano cuando a las 3 de la madrugada se retrasen los relojes a las 2 en España. De este modo, se recuperará un año más el horario de invierno, de acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los Estados de la UE.

En febrero de 2018, a propuesta de Finlandia, la Eurocámara votó sobre la posibilidad de terminar con el cambio de hora. A pesar de recibir 384 votos en contra y tan solo 153 a favor, el Parlamento Europeo se comprometió a estudiar la viabilidad del cambio de hora y abrió una consulta pública, en la que más del 80% de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron, se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.

Aunque la CE aprobó eliminar el cambio de horario, en marzo de este año la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo apostó por retrasarlo hasta el año 2021. Países como Portugal ya han decidido que continuarán con el cambio de hora estacional.

El cambio de hora empezó a generalizarse en 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.

En España, el Ejecutivo creó una comisión para determinar la conveniencia o no de eliminar el cambio de hora estacional. En marzo del año pasado, esta comisión presentó un informe en el que no llegó a ninguna «resolución concluyente», habida cuenta de la «gran cantidad de repercusiones de impacto» que tiene esta medida en campos como el económico o el cultural.