No es un festival de música electrónica, aunque reúna a algunos de sus máximos representantes y programe actuaciones en vivo. Ha ido más allá para dejar de lado las pistas y acercar esta música, y a sus protagonistas, al terreno didáctico y cultural. ENSO alcanza su cuarta edición y arranca el próximo jueves (18 horas) con una programación semipresencial que se celebra en las Cigarreras hasta el sábado 31.

Lo que empezó siendo un festival minoritario que utiliza las sinergias entre música, arte, tecnología y documentación se ha convertido en una cita obligada para los seguidores de la cultura electrónica. Como muestra, las invitaciones se han agotado ya en muchas actividades, teniendo en cuenta que, por las restricciones, la capacidad es de un máximo de 100 personas en la Caja Negra y de 200 en la Casa de la Música.

ENSO, que cuenta con el respaldo del Consorci de Museus y la Concejalía de Cultura, con la colaboración de la Universidad de Alicante y Metrodanceclub, tendrá como cabeza de cartel a Óscar Mulero, que inaugurará los live el jueves (20.30h), con la presentación de su proyecto Monochrome AV, una experiencia audiovisual creada para su disco Perfect peace.

A lo largo de las tres jornadas, por Las Cigarreras pasarán Susan Drone y José Venditti, Raúl Cantizano, Los Voluble, Gela, Minima Inmoralia o Xols, unos para actuar y otros para ofrecer master classes o participar en mesas redondas. Además, la edición de este año incorpora dos nuevas secciones: Rare Sessions (sábado, escenario MetroLAB) y Docu Mental (5 y 6 de noviembre, UA).

«Traemos a artistas reconocidos y los descontextualizamos, para que compartan con el público su manera de trabajar, además en un espacio donde la gente estará sentada, para que salgan de su zona de confort y puedan poner cualquier tipo de música que no tiene cabida en un circuito comercial», apunta Juan Carlos Castro, director de este festival, junto a Juan Carlos Cembreros y Javier García.

Para Cembreros, ENSO es un proyecto «bastante importante para la ciudad y la provincia; la gente piensa que la música electrónica es muy de club, pero hay gente que hace trabajos audiovisuales o que programa».

La acogida ha ido a más, hasta el punto de que este año «viene gente de Madrid, Barcelona, Almería. Albacete... «Nos hemos quedado cortos por la limitación del aforo y parece que estamos despertando interés no solo en Alicante» destaca Javier García.

El reconocimiento por parte de los artistas también se pone de manifiesto porque «nos han empezado a llegar propuestas de artistas que conocen el festival», afirma Castro.

A lo largo de las cuatro ediciones, se ha incrementado la presencia de mujeres, tanto en el programa como entre el público. «Mujeres en arte sonoro ha habido siempre y nosotros tenemos interés por equiparar esa visibilidad». En cuanto al público, «estaremos en un 50% mujeres y 50% hombres, o incluso un 60% mujeres porque al público femenino le interesan mas este tipo de propuestas enfocadas como proyecto cultural y no tanto de ocio».

Para el director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, esta iniciativa «es necesaria en Alicante y cualquier otro lugar porque es evidente que en la cultura contemporánea, la experimentación en el ámbito sonoro tiene un papel fundamental».

El concejal de Cultura, Antonio Manresa, califica ENSO como «una cita ineludible en la agenda de la ciudad» y «un escenario abierto a propuestas singulares, locales, nacionales e internacionales, que difícilmente encuentran lugares de exhibición». Además, deja claro que este programa se ha organizado «con todas las medidas sanitarias establecidas», para incidir en que «la cultura es segura».