La Comunitat Valenciana celebró ayer el 110 aniversario del nacimiento de Miguel Hernández con un acto institucional que reunió a personalidades del mundo de la cultura y representantes políticos para pronunciar versos del poeta.

El recital se celebró en el patio del Palau del Temple de València, sede de la Delegación del Gobierno. En él participaron los ministros de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, y Transportes, José Luis Ábalos; el president de la Generalitat, Ximo Puig; la delegada del Gobierno, Gloria Calero; el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, entre otras autoridades. Además, asistieron la nuera del poeta, Nuria Izquierdo, presidenta de la fundación que gestiona el legado, y María José Hernández Izquierdo, nieta.

«Estamos asistiendo a una barbarie, la de quienes quitan los versos de los sitios más emblemáticos, así como las placas de recuerdo a personas ilustres», lamentó la nuera del poeta en relación a la retirada de Miguel Hernández o Largo Caballero en los monumentos de Madrid. «Nosotros no somos así, no tenemos ese rencor, ese odio. Nosotros estamos por la cultura. Mucha poesía para todo este desagravio y, sobre todo, muchísima democracia», agregó.

Ximo Puig y el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. G. Caballero / EFE

Uribes señaló que «la vida y la poesía de Miguel Hernández es la confluencia de dos mundos. Reúne la experiencia trágica y directa de la pobreza, de la muerte y de la guerra, y la enfermedad, la intolerancia y la violencia, con la visión exaltada y casi mística de la vida, del amor, de la amistad, de la ternura y de la compasión». También reivindicó a Hernández como «el poeta del pueblo, epígono de la generación del 27». «Su poesía es el legado íntimo de un ser inteligente, sensible y apasionado que vivió hasta el límite de sus posibilidades».

Por su parte, el presidente Ximo Puig pidió a la ciudadanía recordar los versos del poeta escritos en la cárcel para conservar la esperanza en estos tiempos de incertidumbre. «Pensemos en ese rayo de luz. Sigamos a Miguel. Y disipemos toda sombra».

Según Puig, tras la pandemia «no habrá sociedad sin cohesión social» ni «proyecto colectivo sin igualdad». «Se agotó el individualismo. Se acabaron los amos», dijo tras citar al poeta: «Los años de abundancia, la saciedad, la hartura eran solo de aquellos que se llamaban amos. Para que venga el pan justo a la dentadura del hambre de los pobres, aquí estoy, aquí estamos». La nieta de Miguel Hernández, María José Hernández, recitó Ropas con su olor. Toni Gaspar, Joan Ribó y Andrés Perelló leyeron fragmentos de Vientos del pueblo, mientras que Ximo Puig y Uribes pronunciaron los versos de Para la libertad.

El actor Juanjo Artero y la coreógrafa Rosángeles Valls recitaron versos de Elegía a Ramón Sijé y Canción última, respectivamente. Cerró el acto la música del cuarteto de cuerda de la Orquesta Sinfónica de la Banda Primitiva de Llíria.

El ministro Ábalos anunció en ese mismo acto que el aeropuerto de Alicante-Elche añadirá a su nombre el de Miguel Hernández, lo que en opinión del alcalde de Elx, «podrá volver más internacional al poeta universal». «Mientras en otras ciudades como Madrid se retiran los versos del poeta del cementerio de la Almudena, nuestro aeropuerto, el más internacional que tiene la Comunidad Valenciana, recibe el nombre de Miguel Hernández», aseguró Carlos González, alcalde de Elx, tras la polémica originada por el Ayuntamiento de Madrid, que eliminó versos de Miguel Hernández del Memorial de La Almudena.