El enfrentamiento durante la guerra de Secesión por el trono de España entre Felipe V y el archiduque Carlos protagonizó uno de los momentos históricos más destacados del Castillo de Santa Bárbara de Alicante. Asaltado por los ingleses, partidarios del archiduque, en 1706, fue recuperado en 1709 por los borbones, cuando D’Astelf reconquistó el castillo tras excavar una mina y cargarla con 1.500 quintales de pólvora. Su explosión devolvió la fortaleza a Felipe V, pero la destruyó en parte.

Este acontecimiento marcó la vida de la fortaleza alicantina, que ahora resurge con los trabajos de recuperación que se están realizando en el Baluarte de la Mina, espacio situado entre las garitas del macho del Castillo y la del Albacar d’Enmig. Unas tareas que comenzaron a finales de julio y que ahora han sacado a la luz el pavimento original del foso que se encuentra por debajo del macho del castillo, donde están las seis cañoneras que permanecían tapadas por el material de relleno que se fue volcando posteriormente. Es en ese suelo original donde se colocaban las troneras que sujetaban los cañones, datadas en el siglo XVIII.

De izquierda a derecha, Santos, Manresa y Pérez Burgos, en el castillo. | INFORMACIÓN

Cuando finalicen los trabajos, tanto el Baluarte de la Mina como el foso debajo del macho y la garita van a ser visitables, a través de una pasarela. «Las troneras con los enlucidos del siglo XVIII están muy bien conservadas y va a ser espectacular», asegura José Manuel Pérez Burgos, jefe de Patrimonio Integral del Ayuntamiento de Alicante.

El arqueólogo destaca que en el interior de la garita han aparecido numerosos grafitos en las paredes. «Se va a realizar un estudio de todas estas inscripciones para determinar a qué época pertenecen».

«Es un conjunto patrimonial absolutamente desconocido y se va a poder contemplar todo al completo», afirma. «Además es un sitio muy significativo porque es el entorno de la explosión de la mina a principios del XVIII y es un lugar emblemático del castillo».

En la primera fase de excavaciones, dentro de los trabajos de consolidación, salieron a la luz en agosto las seis cañoneras situadas en la muralla al vaciar el foso, que tiene una profundidad de más de un metro, de la acumulación de materiales. En la zona también se encontraron un botón de la guerrera de un soldado francés del quinto regimiento de Infantería de la Guerra de la Independencia, una yesería islámica -que sería de la época fundacional de la alcazaba medieval islámica del castillo, es decir, entre el siglo X y el XII-, restos de pipas de fumar del siglo XVIII y proyectiles de cañón, bombardas y morteros.

Plataforma artillera

«La novedad ahora, al conseguir llegar al pavimento original, es que vamos a poder saber a ciencia cierta dónde estaba la plataforma artillera, porque no sabíamos a qué profundidad estaba; en definitiva, el suelo original del Baluarte de la Mina».

Los trabajos también incluyen la consolidación de toda la pared del ese enclave «para evitar la caída de piedras y material de obra que estábamos detectando que estaba a punto de caer o se había caído ya».

Los hallazgos arqueológicos van marcando el tiempo de ejecución de esta intervención, adjudicada a la empresa Arpa Patrimonio S. L. por 281.575 euros, que en principio se marcó en cinco meses, por lo que debía finalizar el próximo 6 de diciembre. Sin embargo, tanto el concejal de Cultura, Antonio Manresa, como el de Urbanismo y Patrimonio, Adrián Santos, visitaron el viernes pasado este enclave para estudiar la posibilidad de ampliar el periodo de intervención, y también el presupuesto, dados los nuevos descubrimientos.

«La arqueología nos ha determinado que hay que hacer más trabajo y ahora los arquitectos y arqueólogos directores de la obra están realizando un informe justificando esa ampliación de plazo», apunta Pérez Burgos.

Adrián Santos destaca que se va «a intentar» devolver a este enclave la fisonomía original, «pero va a depender del presupuesto».

Para Antonio Manresa, estos trabajos de consolidación y restauración son los que el Ayuntamiento «tiene que seguir haciendo para mostrar una fortaleza bien cuidada».