La literatura nacionalista italiana de la primera mitad del siglo XIX tuvo en Massimo Taparelli, marqués d’Azeglio (Turín, 1798- 1866) uno de sus mejores exponentes. Educado entre la nobleza, estudió artes en Florencia y pintura en Roma donde vivió de joven. Hizo carrera política del lado del Rey Víctor Manuel II, apoyó a Garibaldi en la independencia de Austria y participó decididamente en la unificación de Italia.

Fue ministro, senador y diputado y se casó con Giulia, hija del poeta Alessandro Manzoni. Sus cuadros -de inspiración romántica- se exhiben hoy en día en la Galería de Arte Moderno de Turín. Alcanzó gran fama con su novela «Ettore Fieramosca ó el desafio de Barletta» (1833). Un texto de exaltación patriótica y de amistad italo-española, basado en personajes históricos, donde 13 caballeros napolitanos capitaneados por el noble Héctor Fieramosca vencieron a otros tantos franceses comandados por Charles de Torgues conocido por Guy la Motte. Esta disputa la organizó el militar español Diego García de Paredes -enviado por el Gran Capitán- aliado de los napolitanos, para vengar la acusación de cobardía que les había hecho La Motte.

En la novela -convertida en un mito de la literatura italiana- un caballero llamado Boscherino, condestable de la torre donde se halla retenida la doncella Ginebra -amante de Fieramosca-, se burla del osado y fanfarrón Martín, un soldado que medio beodo, pretende escalar la fortaleza y raptar a la bella e indefensa joven.

¡Pobre majadero! ¡Miren con quién pretende habérselas! ¡con césar Borgia! ¡Darías por cierto con la horma de tu zapato! ¿Pero quién hace caso? No es él quien habla, sino el vino de Alicante.

El nombre de Ettore Fieramosca, arraigó mucho en la cultura emocional de Italia, y así bautizaron al primer submarino de su armada.

La novela fue llevada al cine varias veces, la última con el título de «Il Soldato di Ventura» interpretada por el actor cómico napolitano Bud Spencer (1976).

FIERaMOSCA