Tres discos de estudio, muchos conciertos a la espalda y telonear a los mismísimos Rolling Stones han erigido a Los Zigarros como "la gran esperanza del rock en España" y así lo confirma la plana mayor que ha sostenido este género y que no dudó en arropar a la banda valenciana en su primer álbum en directo.

"En el rock está todo inventado, ahora es cuestión más de meterle calidad y de hacer buenas canciones", señalan a Efe los capitanes de este grupo, los hermanos Ovidi y Álvaro Tormo, quienes desde la modestia han dado en titular su último trabajo 'Qué demonios hago yo aquí' (Universal Music), ya en el mercado.

Grabado el pasado mes de enero en una doble cita en el Teatro Circo Price de Madrid, junto a ellos estuvieron artistas de la talla de Carlos Tarque, Fito Cabrales, Leiva, Ariel Rot, Aurora García, Carlos Raya y Angel Wolf.

"Nos preguntábamos cómo podía ser que estuvieran todos nuestros héroes de infancia tocando con nosotros", reconocen sobre la sensación de incredulidad que aún perdura y que explica en parte el título del álbum (que es también el nombre de una de sus canciones).

Teniendo en cuenta la trayectoria de otros artistas, podría decirse que su salto al formato de disco en directo, solo siete años después de la publicación en 2013 de su debut, es relativamente temprano.

"Los álbumes en directo nos encantan y hay bandas que son muy de concierto. Nosotros creo que lo somos y que ganamos puntos extras sobre lo grabado", justifican ante este proyecto que fue creciendo poco a poco.

Puntualizan que todas las del álbum son "colaboraciones naturales, porque son amigos y si hay hermandad mola más", y que no fue complicado repartir los temas. El criterio fue darle a cada uno el que mejor le iba de acuerdo con su gusto, pero aún así hubo sorpresas, como Aurora García al asumir 'Dispárame' o Cabrales con 'Voy a bailar encima de ti'.

"Tres meses antes ya nos llamó para decirnos que se lo sabía y que se iba a hacer un solo con la guitarra; se notó en el escenario que lo llevaba muy preparado y además él tiene un 'power' imparable que fitipaldiza cada tema y hace que parezca más rápido y enérgico en cuanto abre la boca", dicen como elogio al vasco.

Gracias a Fito & Fitipaldis, esta "banda de bares" pasó a tocar por primera vez en estadios, pero nada que ver con el día de 2017 en que fueron los escogidos por The Rolling Stones para abrir su último "show" en el Estadi Olímpic de Barcelona ante más de 50.000 personas.

"La noche salió de la hostia, les conocimos, fueron encantadores y luego vimos el concierto en primera fila. A título personal eso fue insuperable. No hay nada más después de eso, pero molaría que se hubiese transformado en algo, pero como el rocanrol está como está...", confiesan, tras reconocer que no les reportó un aumento proporcional de seguidores.

Ya se lamentaban de ello en su último disco de estudio, 'Apaga la radio' (2019). "Aquí al rock se le ha ido dejando de hacer caso a pasos agigantados. Nirvana no saldría ahora. Y los Zigarros menos. El rock siempre está, pero se le pone foco o no", reflexionan, tras valorar que "vivir del rocanrol es un sueño hoy en día".

Para un grupo tan marcado por el directo como ellos, estos meses de parón no han sido fáciles. Sobreviven porque tienen una banda de versiones y tocan "en bares, amenizando cenas". Últimamente, además, han conseguido volver a escribir canciones para el que será su cuarto disco de estudio.

"Ahora salen, pero al principio de la pandemia no, porque era todo demasiado importante como para ponerte con ello y los ánimos de todo el mundo estaban en otra cosa", explican Los Zigarros, que tienen confirmado un concierto en Madrid el próximo 26 de diciembre en la sala La Riviera.