Hacer visitable la Cova de l’Or supone no solo conservar un vestigio del patrimonio histórico reconocido como BIC. Poder penetrar en esta gruta abre la oportunidad de realizar un paseo por el Neolítico Antiguo (5500-5000 a.C.) en uno de los yacimientos claves para el conocimiento de ese periodo en la fachada mediterránea de la Península Ibérica.

La Cova de l’Or, ubicada en la sierra del Benicadell, se ha abierto al público gracias al convenio establecido entre el MARQ, la Fundación MARQ y el Ayuntamiento de Beniarrés que ha permitido la musealización de este enclave, la limpieza del interior, donde se ha colocado una pasarela para hacer el recorrido y una escenografía que muestra cómo vivían los hombres entonces, y la recuperación del acceso original, además de la instalación de las medidas de seguridad necesarias.

La exposición del MARQ.

La apertura de la cueva se anunció ayer en el MARQ, donde se inauguró una exposición que muestra algunos de los vestigios más destacados encontrados en el yacimiento tras las diferentes campañas de excavaciones, que han determinado, a raíz de la cerámica simbólica encontrada, que era un lugar habitado, pero también un santuario.

El conservador de Prehistoria Jorge Soler y el director del Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante, Rafael Pérez, han asumido el comisariado de esta muestra, después de haberse encargado de la dirección del proyecto de musealización de la cueva. Soler afirmó que este yacimiento «enormemente importante» estaba cubierto por un muro que impedía su visita. «Tratándose de una cavidad grande, con un acceso no costoso en exceso y en un entorno de ensueño, en 2013 tuvimos la intuición de que su apertura y puesta en valor podía ser un auténtico logro».

Nuevo acceso a la Cueva de l’Or.

Turismo rural y recorrido

Las obras en esta cueva, de la que hasta ahora son accesibles unos 60 metros, se iniciaron en 2016 y ahora, tras una inversión de 105.000 euros, el trabajo realizado ve la luz y con él un proyecto destinado a fomentar el turismo rural de la zona y también a la transmisión del conocimiento a través de unas visitas guiadas. Primero se visitará el centro de interpretacion -que también se ha modernizado- y de ahí se recogerá a los visitantes en una furgoneta que les llevará hasta la cueva, a unos 3 km. A partir de ahí habrá que caminar 1,5 km, «con un desnivel de 150 metros, por unas sendas antiguas que hemos recuperado», apunta Rafael Pérez. Para fomentar estas visitas, el MARQ contará con 25.000 euros de presupuesto en 2021.

También se ha recuperado la entrada original, cubierta por mampostería. «Hemos puesto una cancela y seguridad, lo que posibilita que permanezca abierta para que la cueva respire».

El director del MARQ, Manuel Olcina, destacó que se trata de un yacimiento «clave» en la Península para entender «lo que Gordon Childe va a denominar la Revolución Neolítica por la que el ser humano podía proveerse de recursos alimenticios de consumo no inmediato, sino producirlos, almacenarlos y guardarlos». Además, recordó que la Cova de l’Or se suma a otras iniciativas destacadas como el Tossal de Manises, l’Illeta dels Banyets, el Pla de Petracos, la muralla romana de l’Alcudia o la Torre de la Almudaina, entre otras.

La diputada de Cultura, Julia Parra, resaltó «la importancia de contar con un nuevo espacio museístico gracias a la labor de todos los equipos, técnicos, científicos y administrativos que durante siete años han ido dando los pasos necesarios para hacer de la Cova de l’Or un reclamo cultural y turístico».

Para el alcalde de Beniarrés, Miguel Ángel Sanchís, es «una apuesta por el turismo rural», para luchar contra «el despoblamiento de los pueblos del interior». El Ayuntamiento, aseguró, realizará «cuando se pueda» unas jornadas de puertas abiertas.