Este no ha sido un buen año ni un año cualquiera, pero la orquesta ADDA Simfónica -la primera que regresó a los escenarios en junio con un homenaje a los sanitarios en lucha contra la pandemia- se ha propuesto despedir el año de la pandemia hoy en el ADDA con un programa especial «vibrante» para el que ya ha completado el aforo.

Bajo el título de ¡Grandes músicas populares de la historia!, la formación que dirige Josep Vicent ofrece hoy un concierto de Fin de Año de contenido muy variado y de aire festivo en el que no faltarán piezas de Romeo y Julieta de Serge Prokofiev, El carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns, la Danza del Sable de Aram Khachaturian, La Revoltosa de Ruperto Chapí, Star Wars de John Williams o la Marcha Radetzky de Johann Strauss, entre otras.

Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche el pasado año 2019. | ANTONIO AMORÓS

El tradicional concierto de Año Nuevo con el que dar la bienvenida al esperado 2021 tiene en esta ocasión menos eco en la provincia que en anteriores ediciones debido en parte a las últimas restricciones sanitarias, ya que en muchos casos son formaciones de otros países las invitadas a interpretar este programa.

Uno de los escenarios donde no se escucharán polcas, valses ni marchas este año es el del Teatro Principal de Alicante, que por primera vez prescinde de este concierto, que siempre agota sus entradas. «Este no es un año como los demás, es un año complicado y diferente y con el aforo al 50 por ciento es muy difícil traer a orquestas internacionales. En noviembre desistimos de programarlo, como también hemos renunciado a otras cosas que hacemos por estas fechas, pero no pasa nada, el año que viene lo celebraremos el doble», apunta María Dolores Padilla, directora en funciones del coliseo alicantino, que hace un año estrenó el año con la European Orquesta, formada por algunos de los mejores músicos de las formaciones nacionales de Moldavia, Ucrania, Bielorrusia, Rumanía y España. La actividad se retomará en el Principal el 9 de enero.

La bienvenida a 2021 la darán este año la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche (OSCE), la Orquesta Sinfónica del Teatro Chapí de Villena, ambas el día 1, y la Orquestra Simfònica Belles Arts, el día 2, en el Palau Altea.

La OSCE lo hará en el Gran Teatro de Elche a las 19 horas, en un programa dedicado a la ópera La serva padrona, de Giovanni Battista Pergolesi, con Pepi Lloret como soprano y Giorgio Celenza como barítono, bajo la dirección de  Mihnea Ignat. En Villena, Hilari García dirigirá a las 19.30 horas un programa con obras de Jachaturián, Borodín, Rimski-Kórsakov y Johann Strauss, con entradas de 15 a 22 euros.

En el Palau Altea, el 2 de enero, se ofrecerán dos sesiones, a las 17.30 horas y a las 20 horas, con la Orquestra Simfònica Belles Arts , integrada por prestigiosos músicos de la Comunidad Valenciana. La entrada es de 20 euros.

Concierto sin público desde el Musikverein de Viena

Un recital a la esperanza en una sala vacía por las restricciones en Austria en su tercer confinamiento

Esperanza es lo que quiere transmitir el Concierto de Año Nuevo en Viena con su optimista música de la saga de los Strauss: después de un 2020 aciago, el 2021 comienza a ritmo de vals cargado de buenas promesas.

Pero la pandemia impone limitaciones: la música resonará el 1 de enero en un auditorio vacío, ya que las restricciones sanitarias en Austria, en pleno tercer confinamiento, impiden que haya público en la Sala Dorada del Musikverein. No habrá público, pero sí aplausos. Gracias a un programa informático, la orquesta podrá escuchar en unos altavoces las ovaciones y el agradecimiento de algunos miles de espectadores que seguirán el recital desde casa.

Esta edición del Concierto de Año Nuevo, la número 81, estará dirigida por el maestro italiano Riccardo Muti, lo que lo convertirá en la batuta viva que más veces ha dirigido el recital.

«Tocaremos este año dando un mensaje de esperanza. Tenemos que tener esperanza», aseguró Muti ayer para explicar los detalles del concierto más visto del planeta. Para Muti, un Musikverein sin música el 1 de enero hubiera sido «como una tumba». Por eso, aunque se llegó a plantear suspenderlo, siempre se apostó por celebrarlo para lanzar al mundo un mensaje de esperanza.

Por segundo año consecutivo el español José Carlos Martínez ha diseñado la coreografía para las representaciones de ballet.