El director de cine Guillermo Alcalá-Santaella y un equipo de 50 personas formado en su mayoría por estudiantes y profesores de la Escuela de Cine de la Universidad Miguel Hernández concluyeron el pasado miércoles el rodaje en El Campello y Sant Joan de El porvenir, un cortometraje que aborda el drama de la inmigración escrito por el cineasta valenciano afincado en Alicante. Hasta ahí todo normal. La novedad es que Alcalá-Santaella ha debido dirigir toda la película desde su casa en cuarentena ante el positivo por Covid de un familiar.
La pandemia había retrasado ya seis meses el rodaje del corto y la idea de aplazarlo aún más se solucionó mediante un sistema de emisión en streaming instalado en el set por la empresa Arpamedia, que gestionó la Escuela de Cine de la UMH, productora del cortometraje que sirve de experiencia profesional a los alumnos.
El director de la escuela y profesor del departamento de Arte, Guillermo López Aliaga, explica que «se trata de un sistema de última generación que en los últimos meses se utiliza mucho en cine y publicidad, que permite sacar el rodaje adelante en estos casos: desde el set enviamos dos señales de vídeo con audio al director, que en casa puede ver tanto lo que mira la cámara del operador para decidir el encuadre, como el set para ver todo el contexto».
El cineasta confinado considera «alucinante y brutal» este avance tecnológico, que le ha permitido disponer también de señal de audio en directo para dar todas las directrices: «Es como tener el combo del rodaje en mi casa y también es igual de cansado que estar allí», bromea Alcalá-Santaella, que si bien a veces ha deseado estar en el set para hablar en persona con las actrices -Tatiana Burcán y Gala Bichir- «al final no dista mucho de la realidad».
El director se ha apoyado mucho en esta ocasión en el operador de cámara, en la ayudante de producción y en López Aliaga. Alcalá-Santaella se lleva de esta experiencia «la capacidad de producción de todos los estudiantes, que es envidiable y ha sido como trabajar con profesionales».
Este proyecto de la UMH es una oportunidad para que los alumnos de los grados de Comunicación Audiovisual y Bellas Artes «trabajen mano a mano con profesionales y docentes y complementen así la formación aplicada al campo cinematográfico», destaca el responsable de la Escuela de Cine, que en anteriores ocasiones ha trabajado en rodajes de David Valero (Orquesta Los Bengalas) y de Fran Mateu (Hell West). En esta quinta edición han intervenido 22 estudiantes, 6 docentes y otros tantos profesionales técnicos.
Luis Campello, estudiante de 4º curso de Comunicación Audiovisual, ha participado en El porvenir como auxiliar de dirección de arte y, aunque había estado en otros rodajes, «este ha sido el primero profesional y el más complicado por la situación en la que estábamos, pero el rodaje se aprende rodando y esto nos acerca al mundo profesional». Por su parte, María Borredá, del mismo curso que su compañero, ha podido trabajar en un área que desconocía -el departamento de producción- y ahora cree que su futuro seguirá en este departamento «donde nadie debe notar que existe y nadie debe notar que falta nada». Lo que más valora es «ver todos los contratiempos que pueden surgir en un rodaje y buscar formas para solventarlos».
El porvenir, que narra la migración de una madre y una hija de Colombia a España, pasa ahora a la fase de post-producción y prevé estar acabado antes de verano.
