Queríamos ver a Ana Belén y Dani Rovira anunciando la lista de nominados la lista de nominados a los Goya. Conectamos a las 11 de la mañana con el Canal 24 Horas de TVE. Pero ni vimos ni oímos nada. La conexión con el edificio de la calle Zurbano, cuya medianera linda con el de la sede el Partido Popular, se cayó. No había señal. Pero las dos profesionales que habían acudido a la mesa a comentar el evento, no supieron afrontar el imprevisto, haciendo el más espantoso de los ridículos. Ana Romero, redactora de Cultura invitada exprofeso al acto, abandonó el plató en cuanto pudo. Y el Canal 24 continuó con sus boletines de noticias en bucle haciendo un feo enorme a todos los cinéfilos y curiosos que habíamos acudido a su llamada para conocer quiénes serían los aspirantes a recibir las estatuillas el próximo 6 de marzo.

¿Tanto habría costado improvisar un poco de radio en la televisión? ¿Tanto sudor habría causado seguir el hilo de los nominados en todas las categorías por medio de las redes sociales, como todos hacíamos, y transmitírselo a los espectadores con la emoción del momento? El fiasco en la conexión, teniendo en cuenta que la lectura ya había sido aplazada 7 días por culpa de Filomena, fue histórico. Pero que los jefes del 24 Horas decidiesen despachar el asunto pasando página y privando a los espectadores de conocer cuáles habían sido los nominados, en un evento patrocinado por la propia TVE, muestra una desidia y un amateurismo preocupantes.

Hasta un cuarto de hora después de que hubiese acabado la lectura de los nominados no compareció Carlos del Amor desde la Academia. Pero en directo no vimos nada de nada. Fiasco total.