Con más de 39 millones de suscriptores, ElRubius se ha convertido en el youtuber español con más seguidores y alguno de sus vídeos supera los 26 millones de visualizaciones. La semana pasada anunciaba que se trasladaba a Andorra, donde el sistema impositivo es menor que el español. Romuald Fons saltaba a la palestra días después por haber conseguido embolsarse 1,5 millones de euros en una semana, gracias a un curso exclusivo de posicionamiento SEO en youtube.

Por una u otra razón, lo que está claro es el que mundo youtuber ha pasado de ser una diversión a consolidarse como una profesión en la que, más que poder vivir de ella, lo que cuesta es mantenerse en un hervidero de constante creatividad y estrategias que no son tan sencillas como se ven desde fuera.

Nueve de los diez youtubers más seguidos en España generan contenidos relacionados con los videojuegos. Ese fue el inicio y sigue siendo uno de los campos más rentables y con más visualizaciones. Pero no es la única temática que se ve y genera beneficios suficientes como para vivir de forma cómoda.

Flowstreet, nick de Alejandro López Fernández, alicantino de 27 años, comenzó subiendo vídeos de Minecraft, después de Call of Duty. Pero fue la conducción de coches la que, además de su pasión, se ha convertido en su profesión. Abrió su canal de youtube en 2013 y un año después se convirtió en su trabajo, pese a haber estudiado ADE. Ahora tiene 1,21 millones de suscriptores y más de 356 millones de visualizaciones totales.

«Vivir de esto fue algo paulatino, hasta 2014 no empezaron mis números buenos, me hice autónomo y empecé a declarar y a pagar». Asegura que no es el número de suscriptores lo que te aporta beneficios, «lo que afecta directamente a lo que puedes percibir son las visitas o el número de acciones que hagas con empresas o plataformas». En su mejor mes, ha conseguido 15 millones de visitas, y en el peor, 1 millón. «Mi crecimiento fue rápido, lo difícil es mantener, aguantar año tras año a tus seguidores. Me ha escrito gente que me veía cuando era adolescente y ahora ya son adultos... por eso hay que atraer a público nuevo».

Asegura que desde fuera se ve «lo romántico, que te pasas el día jugando, pero trabajas diez horas al día, guionizando un vídeo, grabándolo, subiéndolo y luego haciendo directos... no paras. Tu cabeza está siempre trabajando para ver cómo puedes hacer algo nuevo y no repetirte; es un desgaste mental, no físico». No obstante, «si alguien quiere ser youtuber que lo pruebe, yo le animo, pero tiene que ver que hay mucho trabajo detrás».

Aunque asegura que nunca se trasladaría a Andorra, «porque no puedo vivir lejos de mi familia», entiende a ElRubius «y lo raro es que no se haya ido antes». Considera que se han dicho «barbaridades» del tema. «Empresarios, músicos, artistas, es igual, cuando se ven apaleados por el sistema impositivo aquí, pues se van». Afirma que ElRubius «es el que más ha cotizado aquí, el que más tiempo ha pagado, pero a los youtubers se nos demoniza».

En España se paga el 45% de las ganancias a partir de 60.000 euros al año, mientras que en Andorra es un 19%. «El problema es el IRPF, el IVA es el que es y ya está». Y puntualiza: «No estoy de acuerdo con la fuga de capitales para evitar impuestos, pero lo puedo llegar a entender. Si se tratara mejor al emprendedor, al empresario, habría más empleo y no pensaría la gente en irse fuera».

Empresario antes que youtuber

Romuald Fons, catalán de 43 años, ha salido en todos los medios por mostrar sus cartas y reconocer que ha ganado 1,5 millones en una semana, por un curso sobre posicionamiento SEO en youtube. «No soy youtuber, soy un empresario que tengo un canal de youtube», asegura. Y es así. Bigseo es su empresa. Son más de 40 personas las que trabajan con él y más de 3 millones de euros los facturados en 2020.

De profesión, youtuber

Su canal de youtube, abierto en 2012, cuenta con más de 700.000 suscriptores y más de 40,5 millones de visualizaciones totales. «Tengo otro curso para Google que me ha facturado más que el que ha salido en youtube, solo que este ha sido en una semana».

Empezó creando webs, después de ser cantante de rock. «Hace ocho años me arruiné y empecé de nuevo». Para conseguir beneficios se centró en estudiar los parámetros que premiaba Google con la apertura de un millar de sites. Y lo que hizo fue empezar a enseñarlo de forma pública en su canal de youtube. «Ahí empezó el pepinazo», destaca. Pasó de ganar 1.500 euros al mes a superar los 18.000. «Ahora soy el referente mundial en cuanto a SEO».

¿Por qué tienen tanto éxito sus cursos? «Porque formarse en una disciplina con alguien que genera confianza, en el mundo de charlatanes en el que vivimos hoy en día, pues está bien. Yo lo encaro al negocio, son estrategias aplicables», destaca.

«Trabajo y cotizo en España; es lo que tengo que hacer», afirma tajante. «Para mí el dinero es un medio para poder hacer lo que quiera, lo que me gusta; si tener más dinero es el motivo para irme a vivir a un sitio donde no me apetece vivir, pues no pienso hacerlo, no me compensa. Si me muevo será porque me apetece».

Un canal de belleza

Rocío comenzó a ser Esbatt en su mail cuando era adolescente. Y con ese nick se quedó. En 2006 se abrió una cuenta en youtube como usuario «para ver vídeos» y en 2009 empezó a subir los suyos propios. Después, Esbatt se convirtió en el nombre de su marca personal y de su canal profesional dedicado a belleza.

Rocío comenzó a ser Esbatt en su mail cuando era adolescente

Más de 455.000 suscriptores atesora a día de hoy su canal, con más de 46 millones de visualizaciones totales. Uno de sus vídeos más visto ha sumado más de 1,2 millones de visualizaciones. «Comparto contenido de belleza desde un punto de vista desenfadado, desde mi propia experiencia». El objetivo: «Intentar ayudar a normalizar el concepto de la belleza imperfecta».

Cuando se profesionalizó como youtuber asumió un riesgo. «Dejé mi trabajo indefinido, pero a día de hoy sigo pensando que fue la mejor decisión». Aunque, no es fácil. «El número de suscriptores no determina lo bien que puedes vivir, depende de lo lucrativo que sea el nicho de tu canal y de tu habilidad para posicionar tus vídeos en la plataforma».

Cree que esta profesión «tiene recorrido para rato mientras haya gente buscando información online». De hecho, tiene un segundo canal, EsbattTV, con 119.000 suscriptores. «Todo el mundo idealiza este trabajo. O lo ven como algo fácil que no tiene mérito o creen que es súper divertido y vivimos una vida perfecta».