Un mes después de la dimisión de María Teresa Pérez Vázquez al frente del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, el puesto de director/a cultural de este organismo sigue vacante. La renuncia de Pérez Vázquez -forzada por el equipo de gobierno de la Diputación de Alicante tras haber adjudicado un concurso para renovar la web a uno de sus subdirectores en el instituto- se hizo pública el pasado 7 de enero y desde entonces tampoco ha habido más actividad en la Casa Bardín que la exposición de Aurelio Ayela inaugurada una semana después.

La Diputación ultima una nueva convocatoria pública para elegir, de nuevo, entre los candidatos que se presenten a otra persona al frente de la dirección del instituto cultural, que funciona como un organismo autónomo de la corporación provincial.

La decisión de publicar unas nuevas bases ya se anunció con la marcha de Pérez Vázquez en la idea de mantener la fórmula inicial del concurso de méritos impulsada por Ciudadanos, en lugar de elegir a alguno de los candidatos que quedaron finalistas en el primer concurso.

Desde la Diputación indican que la publicación de la convocatoria es «inminente» y se producirá esta misma semana, pero se desconoce si las bases serán idénticas a la anterior o variará algún aspecto o requisito.

Mientras tanto, el resto del equipo nombrado el pasado mes de julio sigue trabajando en sus áreas a excepción de la antes directora y de tres subdirectores que se marcharon con ella: José Vicente Castaño, a quien se había adjudicado el contrato de 9.000 euros para renovar la web y la imagen corporativa del centro, que finalmente no se formalizó, junto a Asunción Agulló y Miriam Hurtado.

El Gil-Albert, al igual que el resto de centros culturales dependientes de la Diputación, ha adelantado su cierre a las 18 horas y ha suspendido las actividades presenciales desde el pasado 20 de enero, tras las últimas restricciones sanitarias.