El ciclo Noches Mediterráneas, que trajo a Alicante 40 actuaciones por las que pasaron 24.000 personas sin causar ningún contagio el pasado verano, se transforma ahora en Muelle 12, un concepto más amplio de complejo cultural y de ocio al aire libre que desplegará su oferta de marzo a octubre. Muelle 12 será un recinto de 5.000 metros cuadrados instalado en el puerto de Alicante que ofrecerá conciertos de música, ópera, artes escénicas, monólogos, catas gastronómicas o talleres infantiles, acompañado de una zona de restauración.
De la mano de Producciones Baltimore -empresa alicantina responsable de festivales como el Low, el Spring o el Fuzzville- su codirector, José Manuel Piñero, explica el objetivo de forma clara: «La vida hace un año era de una manera y ahora es de otra. Este es un espacio creado para los tiempos de ahora, para la vida en pandemia. Lo levantamos al aire libre con todas las medidas sanitarias y de seguridad -con registro de entrada, distancia social, servicio de limpieza constante, mascarillas y medidas de higiene...- y con la intención de inyectar un poco de positivismo responsable. Es una apuesta por Alicante, para que la ciudad esté viva».
Aunque el proyecto se presentará la próxima semana con más detalle, el recinto comenzó a instalarse el martes y el escenario de 14 metros de altura quedó ayer montado. «Es más grande y más sólido, con más contrapeso para aguantar el viento», indica la jefa de producción, Lucía Zuloaga. Veinticinco personas trabajan para tener completado el montaje en dos semanas.
La actividad prevé comenzar el 6 de marzo con el primer concierto de la banda Second. El cartel cerrado hasta final de marzo propone una docena de actividades de música en vivo con actuaciones matinales -Sidonie, Mala Rodríguez, El Kanka, La Pegatina, Carlos Sadness y Juan Perro, entre otros- y monólogos de humor por la tarde con Pablo Ibarburu, David Suárez y Ni Puta Gracia.
En marzo sólo habrá actividad de viernes a domingo pero en abril se prevé abrir cinco días a la semana. En marcha hay una programación para todo el público, «desde un concierto de Víctor Manuel hasta un taller infantil o una cata de vinos», apuntan.
El recinto, denominado a la inglesa multiopen space, se distribuye en dos áreas: el auditorio, para los espectáculos, y la terminal, de restauración. Aunque aún es difícil saber el aforo que podrá acoger finalmente, en función de la situación y las restricciones sanitarias, «creemos que empezaremos con 800 personas para los conciertos y 400 plazas de restauración», indica Piñero, que añade que hasta que la Generalitat no anuncie el día 1 las nuevas medidas de desescalada «no sabremos cómo nos afectará, ni si nos tratarán como un teatro o un auditorio, pero 800 fue el máximo que tuvimos este verano y entendemos que si en un centro comercial cerrado un día pasan 18.000 personas, nosotros podremos tener al aire libre a 800 como mínimo. Nos adaptaremos».
La distribución del público -siempre sentado- se realiza en tres sectores, de 1 a 4 personas como máximo, y separados por metro y medio de distancia.
Para la restauración se sigue la máxima de kilómetro cero: «Todos nuestros proveedores y distribuidores son de aquí y los cinco puestos de restauración son también locales», concluye Piñero, que agradece la colaboración de las concejalías de Cultura y Turismo y del Puerto de Alicante.
