Un total de catorce personas han presentado hasta el momento sus candidaturas a la convocatoria de la Diputación de Alicante para cubrir el puesto de director cultural del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, cuyo plazo terminó el pasado viernes, pero en los próximos días podría recibirse alguna candidatura más presentada mediante correo postal.

La cifra de candidatos es similar a la de la anterior convocatoria, la primera lanzada por la Diputación para elegir a este cargo en enero de 2020, en la que se recibieron quince solicitudes.

Este nuevo procedimiento abierto, el segundo en algo más de un año, se produce tras la renuncia -forzada por el equipo de gobierno de la corporación provincial- de la anterior directora, María Teresa Pérez Vázquez por adjudicar un contrato de 9.000 euros a la empresa de uno de sus subdirectores, lo que provocó la salida de ambos y de otras dos subdirectoras, así como la anulación del contrato.

La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, manifestó ayer en un comunicado su satisfacción «por la buena acogida y el interés despertado por este nuevo proceso selectivo, que se mantiene con cifras prácticamente iguales que en 2020».

La diputada de Cultura, Julia Parra. | RAFA ARJONES

Parra expresó su deseo de que las gestiones se desarrollen «con agilidad» para poder anunciar «cuanto antes» a la persona que ocupará la dirección cultural del Gil-Albert, un cargo de carácter «honorífico», ya que no mantiene relación laboral con la institución ni tiene sueldo, sino que cobra por la asistencia a reuniones de la junta rectora, comisión permanente y departamentos.

Para seleccionar al próximo director o directora cultural de este organismo autónomo de la Diputación se constituirá en los próximos días una comisión de valoración compuesta por un mínimo de tres miembros, todos ellos personal del grupo A1 del Instituto Gil-Albert o de la Diputación de Alicante.

La comisión estudiará las candidaturas y realizará una primera selección entre las solicitudes recibidas. Se estudiará la documentación presentada y se procederá a elegir a un máximo de cinco candidatos atendiendo a la idoneidad del perfil profesional.

Las personas preseleccionadas dispondrán después de cinco días hábiles para presentar una propuesta de coordinación de la programación cultural del Instituto, en la que deberán incluir los objetivos estratégicos a alcanzar. Se podrá acordar, además, la celebración de entrevistas con los candidatos para aclarar aspectos de su propuesta de coordinación y valorar su capacidad.

Los aspirantes deberán contar con una licenciatura o grado universitario, y la solicitud debe acompañarse de la titulación y el currículum vitae pormenorizado, pero -a diferencia del anterior decreto- en este no se requiere presentar «una memoria descriptiva de los proyectos más relevantes que hayan desarrollado a lo largo de su carrera profesional relacionados con las tareas propias del director cultural», como sí especificaba la anterior convocatoria. Tampoco se valorará especialmente la experiencia cultural desarrollada «en el ámbito público» ni poseer un doctorado, como se estableció inicialmente.

Un candidato al descubierto

Estos son algunos aspectos «suavizados» en el nuevo procedimiento, que pretende «abrir un poco más la horquilla» y atraer a nuevos candidatos, cuyos nombres no han trascendido en esta primera fase, salvo el de Antonio Sempere, profesor, periodista y crítico cinematográfico, que ayer comunicó públicamente su decisión de postularse al cargo: «Me presento porque quiero ser profeta en mi tierra (fuera se me ha tratado mejor) y por tratar de quitarle la corbata, lo envarado, a esta institución», explicó a este diario.

El Gil-Albert inauguró 2021 sin responsable al frente y tres bajas más, a pesar de que los equipos creados siguen trabajando en la programación ya aprobada por la junta rectora. No obstante, el año en blanco que pasó la institución -causado en parte por la pandemia- y ahora por la renuncia de Pérez Vázquez y el nuevo proceso abierto, lleva a que su proyección pública sea casi inexistente. Al menos hasta el mes de abril no se prevé contar con nuevo director/a.