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Algunos consejos para hacer más llevadero el «momento deberes»

Algunos consejos para hacer más llevadero el «momento deberes»

Las tareas escolares o «deberes» han sido desde siempre objeto de debate en el ámbito educativo y familiar. Están los que opinan que son necesarios para generar hábitos y afianzar los aprendizajes, y los que ven en los deberes una herramienta que genera desigualdad, que sobrecarga al niño y a las familias y que en ocasiones puede hacer más mal que bien.

Probablemente en los próximos años vivamos un cambio importante con respecto al modelo educativo y el papel que tienen las tareas de fuera del aula en el aprendizaje de nuestros hijos. Sin embargo, eso todavía está por llegar y la realidad es que la mayoría de los niños llevan a casa tareas escolares para las cuales deben dedicar un tiempo diario para su realización. Para los más autónomos o con más capacidad, no suele vivirse como algo demasiado negativo ese momento. Sin embargo, para los niños con dificultades de conducta o de aprendizaje y sus familias, el «momento deberes» puede ser un auténtico infierno.

Aquí os traigo algunos consejos para hacer más llevaderas las tareas escolares, mejorar la motivación y el aprendizaje y de paso reducir las batallas que constantemente se dan entre las familias y los niños:

  1. Elige un horario y un sitio fijos para los deberes. Tener un horario establecido proporciona previsibilidad a nuestro hijo y le ayuda a establecer un hábito de trabajo más fácilmente. Es bueno que siempre lo haga en el mismo sitio, a ser posible un lugar tranquilo en el que disponga fácilmente de todos los materiales que pueda necesitar. Intenta limitar las posibles distracciones como los aparatos electrónicos, los ruidos o los juguetes.
  2. Divide el trabajo en pequeñas partes y establece un límite de tiempo para cada una de ellas. Va a ser más fácil para el niño hacer frente a varias tareas pequeñas que a los «deberes» en general. Esta división podemos hacerla en un folio en el que se indique la tarea (ej: «Página 23 de matemáticas: ejercicios 1-4»), el objetivo («hacerlos en 15 minutos»; «hacerlos sin errores») y un espacio para indicar si se ha conseguido o no.
  3. Utiliza apoyos visuales que ayuden al niño a saber lo que tiene que hacer. Además de utilizar una hoja para indicar las parte de la tarea del día, pueden ser útiles otras ayudas como un cronómetro para gestionar mejor su tiempo de trabajo.
  4. Permite pequeños descansos entre las tareas. Estos descansos deben ser cortos (no más de unos pocos minutos) y se deben cronometrar para que no se alarguen más de la cuenta.
  5. Acordad conjuntamente pequeñas recompensas por el trabajo bien hecho. Olvidemos la idea de «no tengo que premiarle porque es su obligación». Debemos premiar el esfuerzo del niño por haber realizado correctamente lo que esperamos de él. Es obligatorio utilizar el refuerzo verbal («qué campeón, ya lo has acabado todo»), el refuerzo físico (abrazo, choque de manos, etc.) y un refuerzo material o de actividad que debe pactarse con el niño. Es absolutamente imprescindible que el premio siempre sea después de haber realizado los deberes, nunca antes.

Estas pequeñas estrategias, si se aplican de manera sistemática y consistente, pueden ayudar a nuestro hijo a afrontar el «momento deberes» de una manera más positiva. Realizar estos pasos puede suponer algo más de tiempo al principio para los padres, pero supondrá no tener que gastar tanto tiempo en supervisar constantemente los deberes y a reñir y amenazar si no está haciendo lo correcto. Como siempre os digo, es mucho más efectivo elegir sistemas en positivo que premien el trabajo bien hecho que sistemas que castiguen la falta de cumplimiento.

Canal de telegram donde voy colgando cosas para padres: JONATAN MOLINA – PARA MADRES & PADRES. También dudas y cuestiones en: Twitter: @jonatan_mt Facebook: Jonatan Molina – Psicólogo Instagram: joniii91

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