Tabarkinas es el título de la exposición presentada ayer en Casa Mediterráneo, en la que la fotógrafa catalana Carma Casulá ofrece una travesía por las tierras de cultura tabarquina, que engloban a una comunidad ramificada en cinco realidades: la isla alicantina de Tabarca (o Nueva Tabarca), Tabarka en Túnez, las islas sardas de San Pietro y Sant’Antioco en Italia y Pegli, el puerto cercano a Génova que dio origen a todo.

La exposición, que forma parte del festival PhotoAlicante y se podrá contemplar hasta finales de mayo, cuenta con el apoyo de la institución diplomática y del Instituto Cervantes de Túnez y fue inaugurada por la autora, quien agradeció a las instituciones haber creado hilos que conecten los enclaves.

La antigua cantera de la isla alicantina de Tabarca. | CARMA CASULÁ

Tabarkinas es un proyecto fotográfico y documental (se acompaña de un libro) en el que Carma Casulá analiza los vínculos históricos, culturales, lingüísticos y etnográficos que comparten los descendientes del pueblo tabarquino. «Es un tema interesante que involucra mucho a España, pero no hay tanta narrativa ni escritos acerca de ello», indicó la fotógrafa al explicar que existen investigaciones, transcripciones de conferencias y libros de poesía, por ello «me parecía más interesante dar a conocer la tabarquinidad de una manera muy visual y siempre apoyada con textos. Escribo con imágenes y con palabras».

El detonante de Tabarkinas surgió en la isla de San Pietro donde Casolá vio «una placa que indicaba que el origen de la población venía de una isla africana llamada Tabarka y me sorprendió», comentó ayer, tras aclarar que primero conoció la Tabarca española. Esta anécdota sirvió de punto de partida para «poder destilar la historia e indagar en ello, empezar a leer» y así embarcarse en este proyecto en el que durante un año y medio ha visitado, fotografiado y documentado el resto de puntos tabarquinos.

Carma Casulá recorre el vínculo tabarquino en Casa Mediterráneo

Casulá explicó que el libro «es un viaje compartido» entre imágenes y textos, que además está escrito «a ocho manos» de sus encuentros con tabarquinos para conocer «sus recuerdos, sus informaciones y lo que conocían de las otras tabarquinas»

A través de las visitas a los diferentes enclaves la autora muestra las «estructuras semejantes» que comparten y «la necesidad que tienen de conocer a las otras tabarquinas, es casi una peregrinación la que tienen por conocer a las hermanas. Usan mucho esa expresión. Pegli es la madre, el origen, pero los otros tres enclaves son las hermanas».

El director de Casa Mediterráneo, Héctor Salvador, destacó que Casulá «refleja a la perfección, casi tres siglos después, los elementos comunes que comparten los descendientes tabarquinos, mostrando una parte muy valiosa del patrimonio común» tras indicar que con la muestra Casa Mediterráneo se une a la conmemoración del 250 aniversario de la llegada de las familias tabarquinas a España, estableciéndose en la isla alicantina.