Durante más de tres décadas recorrió la provincia de Alicante. Primero para conocer, luego para saborear y después para divulgar. El resultado fue que Antonio González Pomata (1926 -1996), periodista y escritor, como a él le gustaba definirse, se convirtió en una figura fundamental de la gastronomía provincial. Y no solo desde el punto de vista culinario, sino también como valor etnográfico y turístico de un patrimonio cultural que consideraba necesario conservar.
El legado de este gran divulgador, que realizó la mayor parte de su trabajo en el diario INFORMACIÓN, sirve de hilo conductor para Menjars de la terra, que se inauguró ayer en la sala de exposiciones de la Fundación Mediterráneo en Alicante, entidad organizadora de esta propuesta junto a la Cátedra Carmencita de la UA y el Centro de Gastronomía del Mediterráneo Gasterra. Un fondo documental que la familia del periodista donó a la Fundación Mediterráneo: en 2005, fue su biblioteca y en 2010, su archivo fotográfico. En total, más de 13.000 documentos que se custodian ahora en el Centro de Legados La Llum.
La exposición, comisariada por Carmen Velasco y Ángeles Ruiz, comenzó a gestarse hace dos años cuando la Universidad de Alicante y la Fundación Mediterráneo firmaron un convenio para inventariar y catalogar este fondo, tarea que ha realizado la investigadora Inés Antón.
El título de la muestra, Menjars de la terra, responde al coleccionable que González Pomata realizó en el diario INFORMACIÓN, que se tradujo también en unas jornadas gastronómicas que se celebraron entre 1987 y 1994, poniendo el foco en la gastronomía de la provincia como centro de atracción cultural y turística.
El recorrido que propone la exposición viaja a través de las fotografías tomadas por el periodista y sus objetos personales, como la máquina de escribir o la cámara de fotos, sus publicaciones y su defensa del producto autóctono, hasta llegar a la proyección futura de la gastronomía como motor saludable y de sostenibilidad.
Un material «fundamental en la historia gastronómica y cultural del pueblo alicantino», tal como destacó Luis Boyer, presidente de la Fundación Mediterráneo, en el acto de presentación, en el que estuvo acompañado por la rectora de la UA, Amparo Navarro.
La nueva rectora, que aseguró tener la colección Menjars de la terra «desde hace muchos años», destacó la generosidad de la familia y la implicación de la UA en la especialización en gastronomía y en la sociedad que requiere «una colaboración público-privada y esto es un ejemplo de ello».
Para el director general de Turismo de la Generalitat, Herick Campos, «gracias a gente como Antonio vemos que la gastronomía es mucho más que saber cocinar y comer bien, es un elemento de arraigo al territorio y que genera riqueza».
Josep Bernabeu, director de Gasterra, aseguró que la exposición «muestra el proceso de transformación de la cocina en las comarcas alicantinas», gracias a la labor de Pomata «que tenía claro que para consolidar el turismo era necesario consolidar también una oferta gastronómica de calidad».
Jesús Navarro Navarro, presidente y consejero delegado de Carmencita, destacó que a la hora de crear la cátedra se trataba de «unir el sabor con el saber», con el objetivo de recuperar el patrimonio gastronómico, «empezando por este legado de Pomata».
«Mi abuelo tenía tres pasiones -aseguró emocionada Celia Castillo González, nieta del periodista- su familia, su trabajo y la provincia de Alicante» y agradeció el trabajo realizado. «Fue un acierto donar su archivo porque al final salen cosas tan bonitas como esta».
