No queda otra. Mientras la vida con la covid siga así, es necesario moverse para sobrevivir en el tablero de esta realidad. Y en el mundo del toro parece que las cosas se van moviendo. En apenas quince días se han comenzado a conocer multitud de iniciativas para retomar el pulso a la fiesta, aunque sea con marcapasos. También se han celebrado algunos festejos testimoniales, como los de Ubrique y Ossa de Montiel. Un aperitivo para lo que se ha comenzado a anunciar.
Y es que el listado de propuestas de festejos a partir de este fin de semana es muy amplio, con tres citas en Herencia, Morón de la Frontera y Jaén, donde vuelve a los ruedos el bravo Rafaelillo ante reses de Adolfo Martín. Olé por los toreros de raza. Y después, dos ciclos que se antojan fundamentales y que dependen, en gran medida, de que los políticos de turno aprueben para los eventos taurinos medidas similares a las que han aceptado para otros espectáculos. Sevilla y Madrid centran ese cogollo de la vuelta a los ruedos, y en ambos lugares estará el buque insignia del toreo alicantino, José Mari Manzanares, quien parece que, tras la última operación en su maltrecha espalda, felizmente volverá a los ruedos el próximo 17 de abril en Mérida, ante toros de Luis Algarra con El Juli y Pablo Aguado. Para la capital hispalense se anuncia un ciclo entre el 18 de abril y el 2 de mayo, además de cuatro festejos por San Miguel, del 16 al 19 de septiembre. Todo ello, eso sí, supeditado a que la Junta de Andalucía apruebe un cincuenta por cien de aforo para vender, que está por ver. Manzanares actuaría el viernes 23 de abril junto a El Juli y Paco Ureña ante reses de Matilla; el sábado 1 de mayo con El Fandi y Juan Ortega frente a astados de Jandilla; y el domingo 19 de septiembre acompañado por Diego Urdiales y Pablo Aguado con toros de Garcigrande.
La otra gran noticia ha saltado a finales de esta misma semana en el diario El Mundo, al conocerse la intención de la casa Matilla de ofrecer una feria por San Isidro en la plaza de toros de Vistalegre, un coso moderno multifuncional que puede estar más preparado para las restricciones pandémicas. Entre el 13 y el 22 de mayo se daría la isidrada alternativa, con todos los nombres principales presentes, incluido Manzanares el sábado 15, con El Juli y Paco Ureña ante toros de Alcurrucén), y el viernes 21 junto a Diego Urdiales y Roca Rey, ante astados de Victoriano Del Río. El bombazo de la empresa Matilla ha puesto en evidencia la pasividad de la empresa de Simón Casas en su gestión en Las Ventas, pues nada se sabe de ningún festejo programado para ninguna de sus plazas señeras, entre las que también está la de nuestra ciudad. Si a eso se le suma el anuncio de la suspensión de las fiestas de Hogueras realizado recientemente por al Ayuntamiento, demasiado gris se plantea el futuro de esta temporada por la terreta.
Y para completar este volver a la vida taurina, también la Escuela Taurina de Alicante participará entre los meses de marzo, abril y mayo en un nuevo proyecto con la participación de otras escuelas como la de Valencia, Guadalajara, Huesca y Mar de Nubes (Zaragoza). Serán lecciones taurinas sin público que permitirán retomar el pulso a los chavales que, a pesar de todo el panorama actual, siguen soñando con alcanza algún día la gloria en los ruedos. Tenían que mover ficha y reverdecer la esperanza. Ellos también.
