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Jordi Francés dirige el estreno de una ópera con el Teatro Real

El maestro de Banyeres de Mariola se pone al mando de Tránsito, la nueva obra de Jesús Torres, en una coproducción del coliseo madrileño y del Teatro Español que se presenta el sábado en el Matadero

El director alicantino Jordi Francés, en una imagen dirigiendo a la Joven Orquesta Nacional de España. |

El director de orquesta Jordi Francés, natural de Banyeres de Mariola, dirigirá el estreno mundial de la nueva ópera de Jesús Torres, Tránsito, encargada por el Teatro Real en una coproducción con el Teatro Español.

El estreno absoluto de esta obra, con música y libreto del compositor zaragozano Torres a partir de la obra teatral homónima de Max Aub, será el próximo 29 de mayo en las Naves del Español del Matadero de Madrid, donde se representará hasta el 5 de junio.

El alicantino dirige una ópera de cámara con 5 cantantes y 18 músicos «extraordinariamente orquestada y exigente»

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Jordi Francés, de 38 años, se pone al frente de esta ópera de cámara interpretada por cinco cantantes y dieciocho músicos solistas de la Sinfónica de Madrid, la orquesta titular del Teatro Real. Con el coliseo lírico madrileño ya había dirigido Francés una ópera infantil (Brundibar) en 2016 y había trabajado en otras como asistente de directores musicales. Su experiencia con la creación contemporánea y su trayectoria operística -también ha trabajado cuatro años como asistente del maestro Josep Pons en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona-, así como su relación con Josep Torres, a quien conoce desde hace quince años, contribuyeron a que hace un año le llegara el encargo del Teatro Real.

«Estamos ya en la recta final y muy ilusionados y felices por el estreno absoluto de una música que no se ha escuchado nunca y es un viaje muy enriquecedor», indica el maestro de Banyeres de Mariola afincado en Madrid desde hace una década, que apunta que, pese a conocer a Torres y gran parte de su lenguaje musical, «la primera escucha -cuando recibes la partitura, activas el oído interno y te acercas a la imagen sonora de la obra- ya fue muy potente».

El director subraya que Tránsito es una obra «muy exigente» desde el punto de vista vocal, instrumental y teatral, y una partitura «extraordinariamente bien orquestada, en la que cada detalle está muy cuidado» y con unas líneas vocales en las que el castellano funciona muy bien para el canto.

A partir de la obra de Max Aub, «Torres deja espacio para las emociones y para la reflexión sobre la memoria», señala Francés

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El hecho de que esta sea una ópera de cámara de tamaño medio «permite llegar a sonoridades muy potentes» sin perder la cercanía con el público, opina Francés, que muestra su predilección por este formato, ya que «se dirige a una audiencia de 400 o 600 personas donde la gestualidad debe ser mayor. Con la ópera de cámara (bien entendida, no como una ópera reducida) ocurre lo mismo que con el teatro de cámara, que permite aproximarte y establecer una comunicación con el público de forma más íntima, esa intimidad es muy especial y esta ópera explota todas las capacidades de esa cercanía y proximidad de manera brillante».

Respecto al contenido de Tránsito, la obra de teatro breve de 1944 escrita por Max Aub en su exilio mexicano, donde el autor dialoga simultáneamente con su esposa que quedó en España y su nueva compañera en México, Francés apunta cierto paralelismo con la creación de la composición musical de Torres, que realizó durante el confinamiento.

«Yo le digo a Jesús que ese exilio que vive el protagonista está relacionado con la pandemia, porque de alguna manera todos hemos vivido una especie de exilio interior durante esta época. Para que haya exilio debe haber un deseo de retorno, ese que tenemos todos de volver a los besos, a los abrazos y a la normalidad», explica Francés, quien además considera que la obra tiene su vigencia «por la propia memoria histórica, a la que nos acercamos de forma muy respetuosa, donde Jesús deja espacio para las emociones pero también abre otro espacio enorme de reflexión sobre la memoria, que para mí es muy importante».

El director de orquesta alicantino confía en que las instituciones sigan apostando por óperas contemporáneas, «es necesario cubrir ese espacio y es muy valioso, ya que acercan al público el género operístico de otra manera».

No obstante, Francés apunta que su vínculo con la creación contemporánea es sobre todo un compromiso con el público «por hacerle descubrir otras cosas y fomentar otras formas de escucha, otros espacios de emancipación».

«Respeto mucho al público y eso pasa por ofrecer algo más y diseñar proyectos o conciertos que nos hagan ampliar aquello que concebimos como música, que vaya más allá de reunirnos en una sala a confirmar nuestros propios gustos y reafirmarnos a nosotros mismos», concluye.

Año intenso de trabajo para «que no pare la música»

Jordi Francés reconoce que pese a la pandemia ha tenido un año «muy intenso» de trabajo «comprometido con la música y para que no pare» dirigiendo incluso con mascarilla. «Empecé con la Jove Orquestra Nacional de Catalunya, luego con la de València, Bilbao, la Orquesta Nacional de España, con mi propio Ensemble Sonido Extremo y acabaré con la orquesta de la Escuela Reina Sofía». Francés ha dirigido también la BBC Philarmonic, Orquesta de RTVE, la Lucerne Festival Academy Orchestra y otros conjuntos en Europa y América, ha llevado a cabo los estrenos mundiales de más de 80 obras y ha trabajado con compositores como Birtwistle, Eötvös, Haas, Magrané, García-Tomás, Rueda, entre muchos otros.

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