El primer contacto entre la Diputación de Alicante y la baronesa Thyssen se produjo en 2019. Entonces, el museo que lleva su nombre en Málaga había solicitado una pieza del Mubag para completar una de sus exposiciones. En esas conversaciones, la diputada de Cultura, Julia Parra, y Carmen Cervera barajaron la posibilidad de realizar un proyecto conjunto para la provincia. Pero fue hace medio año cuando la propuesta se empezó a discutir de forma firme y será en 2022 cuando se espera que Alicante cuente con una sede permanente de la prestigiosa pinacoteca.
El anuncio lo realizó ayer Parra acompañada del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, en una comparecencia que, tal como apuntaron, se tuvo que adelantar al dejarlo caer la propia Carmen Thyssen en una entrevista a un medio de comunicación. Por este motivo, no son muchos los detalles que se dieron o se pudieron dar a conocer, ya que en estos momentos la diputada, que se encarga personalmente de las negociaciones con representantes del Museo Thyssen-Bornemisza y la baronesa, se encuentra en pleno proceso de cerrar las condiciones, tal como afirmó, «después de tres o cuatro reuniones».
De momento lo que está claro es que ambas partes están interesadas en que la provincia de Alicante tenga una sede del Museo Thyssen. También que será un edificio «emblemático» el que lo albergue, aunque todavía se está estudiando cuál. Igualmente, que la fecha de 2022 es la que se maneja como objetivo primordial, para coincidir con el 200 aniversario de la Diputación. Y que cuando lleguen las obras, tendrán primero su sede provisional en el Mubag.
Cosas por decidir
Hasta ahí lo que se puede contar. En el aire queda el número de obras que integrarán el museo, el lugar de la provincia y el espacio donde se ubicará, y la inversión que tendrá que realizar la institución provincial para conseguir materializar este proyecto.
«Existe un gran interés por ambas partes en seguir dando los pasos que sean necesarios para conseguir que este proyecto se haga realidad cuanto antes», apuntó Julia Parra que, respecto a la ubicación definitiva, aseguró que se manejan varias posibilidades, sin determinar si esas opciones se encuentran en Alicante ciudad o en otra localidad de la provincia, y si se contempla un edificio ya habilitado o habrá que realizar una inversión para condicionar un inmueble. «Decir en qué lugar va a estar es prematuro, pero lo que sí está claro es que será un lugar emblemático».
En este sentido, afirmó que la decisión «debe contar con el visto bueno de la baronesa» y dejó claro que en esta carrera «Alicante no compite con nadie» sino que la voluntad por ambas partes es que esa sede esté aquí. El lugar, afirmó, debe estar «a la altura de una propuesta muy beneficiosa para la provincia de Alicante, tanto a nivel cultural y de imagen como de atracción turística».
Un museo de 2022
Por su parte, Carlos Mazón hizo hincapié en que «nosotros queremos un contenido de primera» con una «sede permanente», sin comparaciones con el ya existente en Málaga. «Alicante tendrá un museo de 2022, se está trabajando en un museo más tecnológico, con digitalización, interactivo y más avanzado».
En cuanto al presupuesto, el presidente de la Diputación no realizó ninguna estimación del coste que supondrá esta iniciativa. «La baronesa tiene interés y Alicante tiene interés», y dependerá de las obras que vengan finalmente. «La intención es traer piezas importantes de la colección de manera permanente y eso marcará la parte presupuestaria».
No obstante, incidió en que lo que «tenemos claro» es lo que puede suponer «a nivel turístico y cultural». De esta forma, afirmó que «no se trata de un gasto presupuestario sino de una inversión presupuestaria que tendrá un retorno importante, y a mayor inversión mayor retorno porque estamos hablando de primerísima división del panorama pictórico internacional».
Mazón destacó que coincidirá con el 200 aniversario de la Diputación el próximo año. «Está bien que proyectemos la provincia a una nueva etapa». De hecho, el segundo centenario de la institución provincial coincidirá también con la exposición de los guerreros de terracota de Xian en el MARQ, que se han pospuesto varias veces con motivo de la pandemia, pero que llegarán finalmente en 2022. Serán dos acontecimientos culturales de gran magnitud para la ciudad.
Tanto el presidente como la diputada se mostraron abiertos a analizar «si alguna administración se quiere ofrecer a colaborar».
