Los espectadores podrán consumir alimentos y bebidas en el interior de los cines y estos podrán venderlos a partir del próximo martes, fecha en la que entra en vigor la resolución de la Generalitat Valenciana, publicada ayer en el DOGV, con las nuevas medidas contra el coronavirus en la Comunidad Valenciana.
Este nuevo decreto elimina en su redacción la frase que puso en jaque a los exhibidores («Y no se permite la consumición») incluida en el texto aprobado el pasado 5 de diciembre de 2020 en relación a la actividad en las salas de cine del territorio valenciano.
Ahora, esa restricción desaparece, por lo que los cines podrán vender sus «palomitas» a los espectadores que acudan a la proyección de películas, ventas que suponen el 50 por ciento de sus ingresos.
Esta medida ha sido recibida con alivio por los exhibidores, que la esperaban hace tiempo, cuando los indicadores sanitarios en la Comunidad Valenciana bajaron drásticamente y se permitió él consumo interior en los restaurantes. Consideraban la medida discriminatoria hacia las salas por entender que el consumo dentro de un cine es muy inferior al del interior de un restaurante, además de defender que en estos establecimientos no se ha dado ningún contagio.
Los propietarios de los cines, reunidos en la asociación Avecine de la Comunidad Valenciana, llegaron a acudir a los tribunales para anular la medida antes de la campaña de Navidad pero en ese momento los datos de los contagios estaban en aumento y no tuvieron éxito. En las últimas semanas amenazaban con volver a la vía judicial, pero en esta ocasión las conversaciones con Sanidad y Cultura han dado sus frutos.