Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Andanada

Habemus feria

José Mari Manzanares corta la coleta a su padre en 2006. |

Ya están los carteles en la calle. Vaya por delante, nada más comenzar estas líneas, el reconocimiento a quienes han hecho posible que, con un aforo permitido para solo 4.000 personas, vayamos a tener toros por San Juan en Alicante con nombres de primer orden. Es un esfuerzo por volver a la vida, que es mucho. Se sabía que había intenciones y se estaba confeccionando algo especial para este 2021, no solo por la coyuntura pandémica dichosa que nos abrasa, sino porque también se quería rendir homenaje al maestro Manzanares en el 50 aniversario de su alternativa. Merecidísimo, sin duda. La empresa Eventos Mare Nostrum, es decir, Nacho Lloret y Simón Casas, han dado el paso. Siempre han sido mucho de conmemorar, de buscar argumentos de aniversarios de todo tipo para dar motivo a carteles y excusas a la mercadotecnia. Y ya se sabe que los lustros y las décadas quedan muy ad hoc. También el ayuntamiento ha venido contando que quería llevar a cabo una serie de actos de celebración especial por el mismo motivo, aunque se han oído demasiadas cosas sin materializar todavía ninguna. En junio andamos ya. Para que no les pille el toro ‒el del tiempo, quiero decir‒, vayan pensando que en 2024 se cumplen 15 años de la despedida de Esplá y en 2026, 50 de su alternativa. Porque vayan adelantando trabajo unos y otros, digo...

Y claro, en esta coyuntura tan coyuntural, se aventura harto arriesgado decir ni mu, por muy taurinos que sean el tema y la onomatopeya, a propósito de la confección de los carteles. Ya sabemos, «son circunstancias especiales, se ha hecho un esfuerzo tremendo, lo más fácil hubiera sido no hacer nada y esperar al año próximo»...Pero hay que volver a la normalidad más posible, y en ese objetivo entra también la opinión y hasta la disensión, los corrillos y los mentideros, dentro siempre ‒insisto‒ de la feliz circunstancia de volver a tener toros y carteles de los que hablar. En fin, que las excusas ya nos las conocemos todos y ancha es Castilla. Pero, por aquello de los versos sueltos y ponerse el mundo por montera, puestos con fraseologías, vamos al berenjenal. Es decir, vamos a la normalidad.

Dos tardes homenajeará José Mari Manzanares a su señor padre. Buen gesto. Es el torero más importante de las últimas décadas en nuestra ciudad, y reconocido hijo de su señor progenitor. Bien por la empresa y por el torero. No sé yo si el mayor atractivo es ver a este Manzanares en un mano a mano con el Juli con ganado de Garcigrande el 24, y en terna con Enrique Ponce y Cayetano el 25 con reses de Juan Pedro Domecq. Si buscáramos en las ferias de hace 15 años, igual encontraríamos idénticas combinaciones. Puestos a conmemorar... Pero esa es la oferta y aquí solo la contamos. La tercera corrida a pie, el domingo 27, se presenta mucho más variada, con Antonio Ferrera (con muchos aires manzanaristas, ciertamente), Morante de la Puebla y Juan Ortega en la lidia de toros de Luis Algarra. Terna que apunta aquello que antaño se llamaba «toreros artistas», que no es otra cosa que diestros con personalidad y formas peculiares, más allá del pegapasismo y la molienda de muletazos. El día de antes será el turno de los rejoneadores, con el benidormí Andy Cartagena, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza.

Y eso es todo, amigos. No busquen a Roca Rey ni a Pablo Aguado, por ejemplo. No son muy favorables a la televisión, y todo apunta a que habrá cámaras del Canal Toros. De lo contrario, no se entendería la ausencia de los dos nombres más rotundos de las últimas temporadas ordinarias. Tampoco habrá novillada. Ni clases prácticas para los alumnos de la escuela. Al menos que se sepa, y salvo reacción de última hora. Lo de fomentar el futuro se deja para otros. A Casas y a Lloret se les recordará por muchas cosas positivas; también por eliminar las novilladas de la Feria de Hogueras en junio. «Rememorando el pasado y olvidando el futuro» hubiera podido ser el otro titular de este artículo. Pero lo importante, en definitiva, es que haya toros. Y que vuelva a sonar el pasodoble Club Carratalá cuando llegan las tardes del solsticio de verano, y la coca amb tonyina, y la insoportable levedad del ser...

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats