Veía Tabarca en el horizonte mientras se bañaba en las playas de Santa Pola. Eso fue hace años, durante sus visitas estivales a Alicante. Ahora sus ojos de fotógrafa van a llegar a ese horizonte y va a ser en esa isla que nunca ha visitado donde Isabel Muñoz (Barcelona, 1951) desarrolle su nuevo trabajo. «Es el destino», aseguró ayer en Alicante la Premio Nacional de Fotografía y dos veces ganadora del World Press Photo.
El mismo destino que le llevó al encuentro con Casa Mediterráneo, donde ayer inauguró su exposición Somos agua, con imágenes realizadas en el Oceanogràfic de València en abril. «Esta estación es mágica, te da la sensación de que estás debajo del agua», asegura la fotógrafa que lleva cinco años sumergiéndose y buceando para sensibilizar sobre el cambio climático, «con una imagen de esperanza», a través de sus fotografías, «aunque no soy una buena buceadora ni una buena fotógrafas submarina, lo importante es la fuerza, esa pasión por contar algo; los miedos y las dificultades se quedan atrás», afirma. «Cuando estás debajo del agua es una especie de meditación, una sensación muy placentera».
Esta exposición, que se podrá ver hasta el 30 de julio comisariada por Gertrud Gómez, se configura con una veintena de imágenes de gran formato, con la figura de la apneísta japonesa Ai Futaki, que le acompaña en este proyecto desde el principio, y un pareja de buceadores del Oceanogràfic, Marga y Carlos, como protagonistas que buscan la comunión con el medio marino para reivindicar su preservación. La muestra se completa con una decena de fotografías submarinas de 3 metros de altura que se han impreso en unas telas vaporosas -de ello se ha encargado una empresa de Villena-, cada una de las cuales se ha dividido en tres partes «para dar la sensación de movimiento como si fuera posidonia».
Precisamente fotografiar las praderas de posidonia en la reserva natural de Tabarca es lo que hará entre hoy y el viernes junto a Ai Futaki, con la que volverá a sumergirse una vez más. «Me gustaría sacar la posidonia con la imagen de Ai como una sirena que nace de la naturaleza». Por eso, Isabel Muñoz desecha los neoprenos o los trajes de buzo al uso. «Quiero que vaya con fundoshi (ropa interior japonesa), que sea como naturaleza con naturaleza, y que de la misma forma que las posidonias se mueven con el mar, ella también».
Igualmente pretende fotografiar a la nadadora en unos bancos de meros, «aunque hay mucha profundidad», y en una serie de arrecifes artificiales, «que es una de las formas que tenemos los humanos de devolver al mar algo que se le arrebata».
Muñoz, que ha fotografiado a las maras y se ha subido a La Bestia, el tren que abordan los migrantes para llegar a EE UU, asegura estar entusiasmada con el tema de Tabarca. «El destino me lleva a conocer no solo la magia de lo que pasa arriba sino también de lo que pasa abajo».
Ai Futaki, conocida como la mujer pez con dos récords Guinness de apnea, acompañó ayer a Isabel Muñoz en la presentación de la exposición. «La apnea es la manera más natural de estar en el agua», asegura. Sobre todo con un fin creativo y también concienciador. «El mundo que hay bajo el agua nos es lejano pero está ahí y debemos darnos cuenta de que no somos los dueños del planeta», destaca. «Yo creo en el arte porque llega realmente al corazón».
A la presentación asistieron también el director de Casa Mediterráneo, Héctor Salvador, y el del Oceanogràfic, Eduardo Nogués.
La exposición Somos agua, de la que se exhibe en Madrid una instalación interactiva dentro de PhotoEspaña, comenzará su itinerancia tras dejar Alicante en verano y empezará en el Oceanogràfic. «Lo que intento es acercar el mar a través del arte y el amor, porque no podemos defender lo que no amamos».
