En 1866, el pintor Jules Chéret se dedicó en exclusiva a realizar carteles y a mejorar los procesos litográficos. Lo que no sabía es que con Valentino grand bal de nuit, realizado en 1869, daba el primer paso hacia el cartel contemporáneo. Han pasado más de 150 años y este soporte artístico y de comunicación encara una mutación propiciada por las nuevas tecnologías, alimentada por el valor que desde las entidades públicas y privadas se le ha conferido tanto en el formato clásico como en nuevos soportes.
Su evolución se recoge en la exposición Prohibit Fixar cartells. REA. Cartells Valencians 2000-2020, coproducida por el Consorcio de Museos y la Asociación de Diseñadores de la CV, que recorre la historia de este territorio a través de estos diseños que han dado soporte a los acontecimientos más destacados de cada localidad a lo largo de dos décadas. Una muestra que hoy se abre al público en la sala municipal de la Lonja en Alicante y que se podrá ver hasta el 26 de septiembre, con un total de 600 carteles de 222 artistas de la Comunidad o que han trabajado en este territorio.
Como una arma de difusión masiva definen el cartel los comisarios de la exposición, los diseñadores MacDiego y Boke Bazán, que quisieron cubrir un vacío en la documentación y exhibición de la producción contemporánea de estos trabajos en las tres provincias. «En estos 20 años, la genética del cartel, el ADN, ha cambiado -asegura el eldense Boke Bazán. Hay carteles que nunca se llegan a imprimir en papel, porque circulan por las redes sociales o porque se imprimen en lonas de dos metros de alto o carteles que se exponen en mupis animados… el cartel ha cambiado, pero conviene recordar que la misión y el objetivo es el mismo, y es un buen momento para reflexionar sobre este soporte que sigue siendo uno de los favoritos de los diseñadores».
La exposición, cuyo católogo ha sido galardonado con el tercer premio en la categoría de Arte de los Libros Mejor Editados que concede el Ministerio de Cultura, muestra trabajos realizados por artistas como Manolo Valdés, que diseñó un año el cartel del Misteri d’Elx; Pepe Gimeno o Manuel Boix; además de numerosos premios nacionales de diseño, ilustración y cómic. Y ahí están el aspense Miguel Calatayud, con carteles para semanas y ferias del libro de Alicante, Orihuela o Elda, entre otros, o el alicantino Pablo Auladell.
También tienen sello alicantino los realizados por Héctor Delgado y Utopicum para festivales de cine o los trabajos de Fran Parrenyo, el propio Boke Bazán o Belén Payá, junto a otros jóvenes creadores de la provincia como la ilustradora Alba López Soler o Pau Sanz i Vila.
De esta manera, la muestra recoge la tradición de la cartelería alicantina en eventos culturales y fiestas, como las Hogueras, las fiestas de moros y cristianos, ferias del libro, festivales de cine y el Castell de l’Olla de Altea que cada año invita a un creador distinto para diseñar el cartel.
«El objetivo era que reflejase el paisaje de lo que ha pasado en nuestra Comunidad en los últimos 20 años, con una selección no por la excelencia sino porque muestran un paisaje reconocible», afirma Bazán que junto al otro comisario tuvo que seleccionar entre más de 3.000 carteles, ya que se lanzó una convocatoria pública para que la gente presentara sus obras. «Es cierto que en Alicante, muy a mi pesar, me ha costado sacar material, ha habido poca respuesta, aunque Lorenzo Aguirre fue uno de los grandes cartelistas del siglo XX y también tenemos a Pepe Piqueras».
«Esta exposición es una mirada hacia el diseño de cartel en la actualidad reconociendo sus nuevos formatos y a sus profesionales», asegura el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont. «Con ella reivindicamos la tradición cartelística y el diseño en nuestra Comunidad que vive en la actualidad un nuevo momento de esplendor apoyado en las nuevas tecnologías y la interrelación de las artes».
En este sentido, el concejal de Cultura de Alicante, Antonio Manresa, quiso agradecer al Institut Valencià de Cultura, al Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana y a la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana haber realizado «esta maravillosa exposición, que de una manera tan singular nos acerca el mundo del cartel, tan desaparecido en algunos ámbitos debido a la digitalización».
