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El MARQ se sumerge en los tesoros de la Cova de l’Or después de tres décadas

Durante dos semanas se han vuelto a realizar excavaciones en este enclave de Beniarrés, considerado como la catedral del Neolítico y donde no se intervenía desde los 80 - Han aparecido puntas de flecha, un fragmento de cráneo y cerámica

Interior de la Cova de l’Or durante la campaña. | INFORMACIÓN

Las primeras excavaciones se realizaron en los años treinta del pasado siglo. Entonces ya quedó patente que la Cova de l’Or había sido un enclave destacado en el Neolítico, un lugar de referencia social para los pobladores de origen mediterráneo que a mediados del VI milenio a.C. llevaron hasta esta zona, hoy término municipal de Beniarrés, la práctica de la agricultura y la ganadería.

Desde entonces son muchas las campañas arqueológicas que se han desarrollado en este enclave. La última de ellas a mediados de los 80. Tres décadas más tarde, las cueva se ha hecho visitable y también se ha puesto en marcha una nueva excavación por parte del MARQ, que tendrá continuidad los próximos tres años.

«Es la catedral del Neolítico», asegura Jorge Soler, que comparte la dirección científica con Consuelo Roca de Togores y Carlos Ferrer. «Ha sido el yacimiento arqueológico del Neolítico más importante de la Comunidad Valenciana durante décadas y es una referencia de la fachada mediterránea de la Península Ibérica».

La Cova de l’Or, declarada BIC, «ha dado de comer con los materiales encontrados dentro a tres museos: el de Prehistoria de València, el Arqueológico de Alcoy y el MARQ», destaca. «Es algo tremendo, único». De hecho, en su interior apareció «la mejor colección de arte mueble simbólico del Neolítico de la fachada mediterránea». Fue un santuario, que se habitó entre el 5.500 a.C.y el 2.700, en distintas fases, hasta convertirse en un lugar de enterramiento al final.

Los trabajos realizados en los 80 dejaron constancia de la manera de vivir de los primeros agricultores y ganaderos que ocuparon esas tierras hace 7.500 años, además de sus creaciones artísticas que hablan de la complejidad de su mundo simbólico. Ahora, las nuevas excavaciones desarrolladas en las dos últimas semanas se han centrado en dos ámbitos de la cavidad, nunca antes intervenidos. Por una parte, en la denominada galería oriental se han excavado niveles del Neolítico más reciente, con evidencias de estabulación de ganado, donde se han localizado, entre otros elementos, una punta de flecha de sílex blanco, fragmentos de vasos cerámicos y punzones realizados en hueso.

Imagen de los arqueólogos durante los trabajos realizados en la cueva en las dos últimas semanas. | INFORMACIÓN

Por otra, se ha iniciado el estudio de las grietas exteriores próximas a la boca de entrada a la cueva con la finalidad de documentar el registro funerario del Neolítico Final. Durante su excavación se han recuperado diversos huesos humanos, entre los que destaca un fragmento de cráneo de un varón adulto y una cuenta de collar que formaría parte del ajuar funerario.

«Se ha hecho una exposición, se ha publicado una monografía, se ha abierto al público y ahora se excava». Una nueva etapa en la que «nos interesa mucho afinar la secuencia; en las últimas dataciones que se hicieron sobre sedimentos el margen de error era superior a 100 años y ahora, con las nuevas tecnologías, es de 15 a 25 años».

En este sentido, afirma que el objetivo es «completar bien la secuencia y resolver muchos enigmas que todavía quedan de la investigación para volver volver a poner sobre la mesa la importancia del yacimiento».

Para Consuelo Roca de Togores, «como arqueóloga ha supuesto un privilegio poder excavar en la Cova de l’Or, no solo por tratarse de un yacimiento emblemático del Neolítico sino porque también ha sido estudiado por uno de los más prestigiosos investigadores sobre este periodo prehistórico», en referencia a Bernat Martí Oliver, que dirigió las campañas que se realizaron en los años 70 y 80, y que resultaron fundamentales para el conocimiento del yacimiento.

La codirectora de las excavaciones afirma además que como antropóloga física este proyecto «es un reto y una experiencia única que me enriquecerá profesionalmente».

La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, destaca la importancia de que se reinicie «este estudio sobre el terreno tras más de tres décadas sin actividad, un trabajo imprescindible para seguir sacando a la luz información relevante para la investigación de este importante enclave arqueológico».

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