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La aparición de un muro refuerza el carácter excepcional de Lucentum

Las últimas excavaciones en el yacimiento del Tossal de Manises sacan a la luz una nueva construcción protectora delante de la poterna, un elemento de arquitectura helenística pero que está en esta fortificación romana del I a.C.

Imagen desde el suelo del muro y la poterna.

Si el año pasado el hallazgo fue el de la poterna, es decir, una puerta secundaria para facilitar la entrada y salida sin ser visto por los atacantes, tras la campaña de excavaciones de este verano ha aparecido un muro que a su vez protege ese acceso. Este descubrimiento refuerza dos aspectos del yacimiento alicantino del Tossal de Manises: por un lado, el carácter excepcional de este enclave por los vestigios que van apareciendo y por otro, la importancia estratégica que tuvo, algo que demuestra la potencia defensivo de esta fortaleza.

Vista aérea de la parte del yacimiento donde se encuentra la poterna señalizada y también las partes del muro encontradas. | MARQ

La excavación, dirigida por Manuel Olcina, Antonio Gilabert y Eva Tendero, sacó a la luz este muro protector de la poterna que tiene como particularidad que es propio de la arquitectura helenística, pero que se encuentra en una fortificación romana republicana del siglo I a.C. Este muro, denominado epikampion toichos, tal como recoge el tratadista griego Filón de Bizancio en el siglo III a.C., tendría tres ventajas. «Ocultar la situación de la poterna, evitar el ataque directo a esta entrada y disponer de un espacio seguro para entrada y salida de los defensores», apunta Olcina, director del MARQ.

Si bien este muro aparece en algunas estructuras arqueológicas de ciudades helenistas de los siglos IV y III a.C., en el Tossal «lo que tenemos es un elemento de protección muy sofisticado helenista, pero en una edificación romana del I a.C.».

Esto supone un nuevo rasgo excepcional en este yacimiento que no deja de sorprender a los arqueólogos. «En España encontramos poternas en edificaciones romanas, como en Tarragona, pero sin esa protección; se ha hablado de poblados ibéricos de influencia griega en Cataluña que podrían tenerlo, pero no se ha encontrado ninguno», apunta.

Esta construcción no se debe confundir con el titulum romano que es un muro protector pero que se colocaba ante la puerta principal. «El epikampion toichos significa que la fortificación romana de la puerta oriental en el Tossal de Manises alcanza un grado de sofisticación extraordinario, lo que indica un valor estratégico del lugar durante las guerras civiles romanas del siglo I a.C., entre Pompeyo y César».

«Este hecho -asegura Olcina- viene a corroborar las nuevas interpretaciones sobre algunos yacimientos de la costa alicantina, antes considerados poblados ibéricos, pero que son fortines romanos», como el Tossal de la Cala de Benidorm o el Pic de l’Aguila en Dénia, resultado de un proyecto de investigación que lleva el área de Arqueología de la Universidad de Alicante, dirigida por Feliciana Sala. Y el Tossal de Manises estaría en esta nueva definición.

Lo que está claro, según el arqueólogo, es que esto confirma «que debió ser una plaza de gran importancia estratégica porque todos los elementos de defensa que han ido apareciendo son muy potentes. Vemos que tiene un aparato defensivo muy bien planificado». Este sistema incluye el bastión, la puerta doble, la torre de flanqueo, la muralla curva de mucha anchura, la poterna y ahora este muro que la protege.

«Estamos en una fase inicial de la investigación, tenemos que ver en Italia y otras zonas donde aparezcan fortificaciones romanas con poternas si hay alguna que tiene este muro. Pero es algo fuera de lo normal. Si estuviéramos en una gran ciudad romana, como Tarragona o Sagunto, pero el Tossal de Manises tenemos en mente que es una pequeña ciudad sin papel estratégico en las guerras civiles, pero no fue así. Lo que ocurre -afirma- es que la ciudad se protegió ante posibles ataques en el siglo I a.C., pero al final no sufrió ninguno».

El siguiente paso, además de publicar las investigaciones de la puerta oriental «porque es una mina», será divulgarlo en los foros científicos para comprobar si hay algo similar en otro enclave.

La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, agradece el trabajo desarrollado en las excavaciones y ha garantizado su continuidad. «Nos sentimos muy orgullosos de que cada año se produzcan avances importantes para el conocimiento de nuestra historia y, en este sentido, nuestro trabajo también consiste en trasladar a toda la sociedad estos progresos. Esperamos que en un futuro próximo se puedan difundir a través de publicaciones y material didáctico para llegar a más público».

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