El fotógrafo alicantino José Luis Carrillo inició en 2015 un proyecto fotográfico en el territorio más despoblado de Europa, en la comarca de Molina de Aragón, entre Guadalajara y Teruel. Carrillo presentó las primeras imágenes de Los hijos del ciervo en el Festival Art Photo Bcn en 2017, que expuso por primera vez de forma individual hace un año en el festival Encontros da Imagen de Portugal. Ahora, el ciclo se cierra con la edición de un fotolibro que formará parte de la exclusiva colección de catálogos que dirige José Luis Micó, los Cuadernos de la Kursala, en la Universidad de Cádiz.
Los hijos del ciervo, una historia que se mueve entre lo místico y lo terrenal sobre una sociedad detenida en el tiempo donde el hombre ha perdido su reino ante el dominio de la naturaleza, se publicará el próximo 20 de abril de 2022 con 55 imágenes a color de las 80 que componen la selección final de este trabajo, acompañada de una exposición.
Los Cuadernos de la Kursala ponen el foco en la fotografía contemporánea dando visibilidad a los proyectos que representan a la nueva fotografía. Desde el año 2007 han publicado más de 80 catálogos, entre los que se encuentran Afronautas de Cristina de Middel, La caza del lobo congelado de Ricardo Cases y Una confusión colosal de Alberto Feijóo, entre otros alicantinos.
«Es una colección de referencia en la fotografía documental española de autores emergentes y te coloca en una posición de primer orden», destaca Carrillo, a quien Micó le propuso la publicación cuando él precisamente buscaba editoriales para ello y tras cuatro meses trabajando en el diseño del libro con Juanjo Justicia, de Underbau, un estudio destacado en el diseño de fotolibros.
Después de la experiencia «más orgánica» vivida con la exposición de Los hijos del ciervo en Oporto, en cuyo espacio la obra parecía adentrarse en un bosque, el formato del libro le ha devuelto al autor «una visión más profunda» de su trabajo, que permite al público «una lectura más pausada» porque la experiencia es «más íntima» a través de fotografías diferentes a las expuestas y con un texto muy breve al final del libro porque, como indica Carrillo, «lo que tengo que decir ya está en las imágenes».
