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Guillermo Heras: «Las instituciones tienen que decidir si quieren la Muestra de Teatro en Alicante»

Guillermo Heras, director de este encuentro desde su creación hace 29 años, renuncia a su cargo «para provocar que haya una nueva alternativa, un cambio de rumbo» u El dramaturgo seguirá hasta que nombren a su sustituto en febrero

Guillermo Heras, tras anunciar su renuncia.

En 1992 se ponía al frente de un experimento que acabó siendo la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante. 645 espectáculos, 28 autores homenajeados y 9 talleres después, Guillermo Heras anunciaba ayer su renuncia, «no la dimisión», a continuar al frente de este encuentro que alcanza este año su edición número veintinueve. «Me voy para provocar que haya una nueva alternativa para la Muestra, un cambio de rumbo».

La fallida consecución de un estatuto jurídico estable en estos años, no haber podido realizar coproducciones y la carencia de presupuesto han precipitado la decisión de Heras, además de estar «convencido que debe abrirse un nuevo ciclo».

El también dramaturgo y director de escena apuntó que «las instituciones deben reunirse y decidir si quieren de verdad tener una Muestra de Teatro en Alicante». En este sentido, aseguró que «lo digo con el tiempo suficiente para que las instituciones puedan estudiar con tranquilidad qué tipo de modelo, tanto jurídico como artístico, quieren desarrollar de cara al futuro».

El presupuesto «pesa mucho» porque «lleva congelado en el peor sentido del término desde hace 10 años; no se ha tenido en cuenta nada, ni la inflación ni nada; por eso pienso de que ha llegado el momento de que las instituciones reflexionen, si van a a querer una muestra como la actual, posibilista, o si van a dar un paso para convertir Alicante en un centro de coproducciones, con la casa del traductor realizada, con proyectos que yo no he sido capaz de resolver. Quizá hace falta una confrontación desde la dirección mayor que la que yo he podido realizar», destacó. En este sentido, resaltó que «cada año me cantan un bolero, pero los boleros ya los escucho en mi casa».

Guillermo Heras, que pese a haber informado a las diferentes instituciones -INAEM, Conselleria de Cultura, Diputación y Ayuntamiento de Alicante- de su decisión afrontó esta última rueda de prensa en solitario, se refirió también a la base jurídica que sustenta la Muestra. «Los problemas se han ido resolviendo por inercia. Cuando se constituye el patronato en el año 98 no esta bien concebido porque formaba parte desde el ministro de Cultura, en ese momento ministra, hasta el presidente de la Generalitat. Es un patronato que no tenía sentido, de treinta personas. Lo que me parece fatal es la falta de agilidad de las instituciones culturales españolas; ha habido la voluntad de hacer una fundación pública y lo echaron por tierra».

Para Heras, «Alicante tiene todos los mimbres para ser una capital de la cultura, para ser un referente mediterráneo y no solo de las artes escénicas; no hay ciudades con este número de habitantes que tengan tantos edificios teatrales, museos, auditorio... Realmente lo que haría falta es un proyecto global de ciudad en el que la Muestra sería una pieza más».

Crear en libertad

El todavía director de este encuentro ha leído un comunicado en el que destaca: «Pertenezco a una generación que en los años 80 del anterior siglo hizo un gran esfuerzo de gestión para agilizar y desburocratizar modelos administrativos que ya estaban obsoletos. Baste analizar parte de esa Historia para ver que conseguimos algunos resultados interesantes, entre ellos la despolitización partidaria de la gestión cultural pública y una agilización en los procesos administrativos cotidianos en la vida de las artes escénicas. Es decir crear en libertad artística, aunque siempre he defendido que sometidos a los necesarios controles económicos, marcados por cada una de las administraciones concretas».

Pero las dificultades actuales para desarrollar un modelo artístico de gestión, en concreto de los festivales y muestras, «dista mucho de parecerse a aquel sueño. Pero más allá de esta cuestión, quizás subjetivamente razonable, creo que después de 29 años es saludable encontrar nuevos caminos para la gestión de esta Muestra y encontrar la necesaria energía nueva que, sin duda, deberá encarar nuevos retos en la gestión y en lo artístico. Y eso debe hacerse con una nueva dirección». Algo que se afrontará, presumiblemente, en la nueva reunión del patronato que se celebrará en el mes de febrero del próximo año.

«No dudo que, como en toda trayectoria de un proyecto cultural esta travesía haya tenido luces y sombras y corresponderá a los críticos e historiadores valorar su transcendencia durante los años transcurridos. De cualquier manera, creo que poniendo en una balanza sus actividades, los logros alcanzados pueden llenarnos de orgullo al equipo que ha pilotado la Muestra estos 29 años».

No obstante, continuará en el cargo hasta que las instituciones nombren a su sucesor. «Por lo tanto yo voy a hacer todas las cosas que me corresponden; los informes y exponer mis ideas al patronato. Esto no lo planteo como una confrontación y saben que yo voy a seguir hasta el relevo. Mi idea es, si quieren, ayudar en todo lo posible».

Heras, que tuvo palabras de agradecimiento para los representantes de las instituciones «que tanto apoyaron este proyecto» y, sobre todo, a su equipo de gestión, «prácticamente estable desde el principio, que han sido los verdaderos hacedores de la realidad práctica de la Muestra», ha concluido: «Allí donde esté nunca dejaré de apoyar y ayudar en lo que pueda al futuro de esta Muestra, y toda mi ayuda en la reflexión sobre esta etapa de transición, desde mi compromiso más profundo con las dramaturgias actuales de nuestro país».

Mismo número de público, pero más joven

Serán en torno a los 2.300 espectadores los que pasarán por la Muestra de Autores de este año, «muy similar a la de la pasada edición». Guillermo Heras hizo también un balance de este año y mostró su preocupación porque «todavía hay una franja de espectadores de más edad que tienen reticencias para volver al teatro». Sin embargo, «he visto que el público está siendo muy joven y eso me alegra mucho porque significa que hay recambio».

Heras cree que hay «una saturación de montajes y de obras» que no puede asumir el mercado

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Destacó que el nivel artístico «ha estado a la altura de las circunstancias con una incidencia en temas sociales que también se puede decir a veces que está de moda, pero el teatro desde los griegos ha tratado del amor, de la guerra, de la violencia. Tampoco el teatro contemporáneo va a descubrir la pólvora».

Otra circunstancia que se da este año es la saturación de producciones en el mercado. «Si bien de la cantidad va a surgir calidad, es cierto que estamos en un momento en el que hay una saturación de producciones, en buena parte por la paralización de proyectos debido a la pandemia, y de escritura teatral a la que no se puede dar salida en el mercado». En este sentido, afirmó que «saldrán textos interesantes pero quizás un poco más de rigor en la escritura sería bueno también para la salud de la dramaturgia en España».

En su opinión, «hay que cambiar la estructura del teatro español, ese es el gran reto. Es posible que tengamos un problema endémico en la cultura española frente a Francia que entiende que es parte de su economía, de su PIB, una manera de dar trabajo».

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