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Mabel Lozano DIRECTORA DE CINE SOCIAL

«Un chaval con un móvil tiene un cine porno en su bolsillo»

Mabel Lozano (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1967) ha sido modelo, actriz y presentadora. En la actualidad se centra en la lucha contra la explotación sexual y ha dirigido el documental Biografía del cadáver de una mujer y la adaptación de su libro PornoXplotación a docuserie.

La cineasta Mabel Lozano. | INFORMACIÓN

Acaba de terminar el rodaje de la docuserie basada en su libro PornoXplotación, que escribió con Pablo J. Conellie, inspector de la Policía Nacional. Con el documental Biografía del cadáver de una mujer se llevó el Goya al mejor cortometraje. Mabel Lozano, que ha sido modelo, actriz y presentadora de televisión, se centra ahora en su faceta de directora de cine social y es un referente en España en la lucha contra la explotación sexual, la voz de la situación de muchas mujeres y niñas y advierte también de los peligros de la pornografía, que como ella misma asegura, «ha colonizado nuestras vidas».

Los adolescentes suelen recibir mensajes sexuales por redes, chats o videojuegos... ¿qué está pasando?

Que estamos en un mundo tremendamente pornificado. Un chaval de 9 o 10 años que tiene un móvil tiene acceso a millones de contenidos sobre pornografía. Tiene un pequeño cine porno en su bolsillo. Además, la pornografía nunca había sido tan agresiva ni tan accesible como ahora. Si a eso añadimos que los niños tienen muy pronto su primer móvil...

¿Cómo se puede controlar?

Es muy difícil. La industria de la pornografía es potentísima, opaca, y está dejando víctimas de un lado y del otro. Estamos hablando de que en muchos casos capta a niñas cada vez más jóvenes para los contenidos y, en la otra cara, también necesita los usuarios... ¿Qué habría que hacer? Legislar, regular, algo que todavía no existe, y educar a nuestros hijos, hablarles de sexualidad. Es que lo primero que ve un chaval es la violencia de la pornografía. La pornografía ha existido siempre pero nunca ha sido tan violenta.

¿Pueden confundir pornografía con sexualidad?

Es que pueden ver vídeos de pornografía muy agresivos. Y un chaval puede pensar, pues esto debe ser la sexualidad, esto le debe gustar a las chicas. En ninguna casa se habla de sexualidad ni de genitalidad pero después te sientas a ver los contenidos en teles y plataformas de cines con tu hijo y no te molestas en ver que son muy pequeños y lo que a veces se ve es violencia. Hay que explicarles que la pornografía no es real, que no tiene nada que ver con la sexualidad.

¿En la educación y la conversación sobre estos temas está la solución?

La pornografía es sexo puro y duro y en muchos casos violento. En las relaciones sexuales hay empatía, hay dos personas que quieren al mismo tiempo, hay deseo compartido, hay empatía... Todo esto hay que explicárselo para que no se queden con el esquema de las escenas que se ven en la pornografía.

¿Existen herramientas de control parental. ¿Funcionan?

Sí, las hay. Y funcionan en los dispositivos en los que se establecen. Pero, al final, es un error. Porque los chavales van al colegio, al instituto, a la universidad y hablan con todos los demás... Pueden ver material en otro lugar. En prácticamente todas las conferencias me encuentro a padres negacionistas. «No, mis hijos no, no ven eso...» Viven en un mundo digital, tienen todo a su alcance, el acceso es muy fácil. Hay miles de páginas de «tubos de porno» gratis.

Con riesgos de seguridad en el acceso a estos sitios web...

Claro. Es que estas páginas de «tubos de porno», por ejemplo, son gratis pero cuando no pagas por el producto el producto eres tú: estás dejando pistas, datos y esos datos valen millones... Después pueden recibir publicidad, banners en sus dispositivos, en su ordenador, relacionados con esa temática.

En su libro PornoXplotación (y en la docuserie que acaban de terminar) habla de mujeres captadas para grabar contenido sexual, por ejemplo, o padres de adolescentes víctimas de engaño pederasta o sextorsión...

Sí. Por ejemplo, una de las cosas que más está de moda ahora mismo son espacios web para subir contenido sexual y para verlo. Contenido, en muchos casos, por encargo. Para la realización de estos contenidos, se capta a muchas niñas a través de sus redes sociales, por ejemplo. Alguien puede proponerles, puedes hacerte un vídeo sexy y puedes ganar 100 euros. Si acceden a este tipo de cosas y envían el vídeo luego pueden sufrir sextorsión y meterse en un mundo del que es muy difícil salir. Porque, además, sabemos que cuando se envía o se sube un vídeo de estos es muy difícil hacerlo desaparecer de las redes. Después es una pesadilla. La gente que capta a estas niñas además suele decirles que van a ganar mucho dinero.

¿Cómo funcionan ese tipo de páginas?

El vídeo se lo mandas a un usuario que te está dando dinero por ello. ¿Qué ocurre? Que puede llegar la extorsión: si no me das dinero lo comparto con todos los grupos de WhatsApp y puede llegarle a tus padres. Hay que tener en cuenta que la tecnología, que ha sido muy positiva durante el confinamiento para relacionarnos con nuestra familia, también sirve para que la delincuencia crezca muchísimo, a través de las redes sociales. Esos mismos dispositivos que nos han hecho tan fácil el confinamiento se están usando también para captar a nuestras hijas.

Fundamental revisar la privacidad de las redes sociales...

Casi nadie habla con sus hijos de que cuando eres menor las redes sociales las tienes que tener cerradas siempre. Hay que tener mucho cuidado y hablar con los chavales de este tema. Y también hay casos de captación a través de videojuegos.

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