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La ruta de las anclas del Portitxol, una experiencia submarina única

El Ayuntamiento de Xàbia pone en marcha, junto a la Universidad de Alicante, el primer recorrido señalizado para visitar en el fondo marino diez de estas piezas de diferentes épocas

Dos submarinistas colocan una de las boyas señalizando un ancla dentro de la ruta.

Hacer un recorrido a pie por un museo desde época fenicia hasta el siglo XVI a través de piezas arqueológicas no es tan extraño. Sí lo es hacerlo visionando anclas en el fondo del mar mientras buceas. Eso es lo que propone la ruta de las anclas que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Xàbia y que ha realizado el Instituto de Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante.

Una ruta única en el Mediterráneo que une cultura, turismo y deporte para conocer la historia de la navegación en la bahía del Portitxol, en cuyo fondo se estima la existencia de alrededor de 200 de estas piezas de diferentes etapas cronológicas. Son diez los ejemplares que se pueden visitar en este primer recorrido, que se ha señalizado y que se ofrecerá a los centros de buceo, previsiblemente en el mes de marzo, para que a su vez lo propongan a los turistas interesados en un recurso cultural de estas características.

Una de las anclas líticas que se han encontrado en el fondo de la bahía del Portitxol. | A. PÉREZ PREFASI cristinamartínez

Ficha sumergible para localizar las piezas visitables

Ficha sumergible para localizar las piezas visitables

Todo empezó con la tesis doctoral del arqueólogo subacuático Alejandro Pérez Prefasi, que durante su investigación empezó a encontrar anclas en este enclave. Entonces se abrió la posibilidad de crear alguna ruta subacuática para dar a conocer este patrimonio histórico, un guante que recogió el Ayuntamiento de Xàbia. Al autor de la tesis se unieron Joaquín Bolufer, director del museo de Xàbia; José Antonio Moya y Jaime Molina, de la UA, y el arqueólogo Jordi Blázquez.

Gran ancla del siglo XVII que se encuentra semienterrada. | A. PÉREZ PREFASI

Para esta primera ruta, se han seleccionado diez anclas que se han señalizado conformando un recorrido de 160 metros, a una profundidad de entre 14 y 16 metros, y cuya duración se estima en unos 45 minutos, tal como este equipo de especialistas ha registrado después de realizar cuatro inmersiones de prueba.

«La ruta de las anclas permite contemplar el rico patrimonio sumergido que se esconde en la bahía del Portitxol de Xàbia, convirtiéndola en un auténtico museo sumergido», destaca Alejandro Pérez Prefasi.

En el recorrido se han seleccionado anclas de rezón, de época imperial romana, bizantinas, medieval y modernas de grandes dimensiones. Además, en los alrededores se pueden observar anclas líticas, de madera y plomo, y de hierro de época romana.

La ruta de las anclas del Portitxol, una experiencia submarina única

Para realizar el recorrido de la ruta se ha elaborado un mapa y unas fichas sumergibles de orientación para los visitantes, donde se especifican las características de las anclas que componen la ruta, la época a la que pertenecen, los grados para su ubicación y el rumbo que hay que seguir a la hora de poder realizarla.

«Lo bueno -afirma José Antonio Moya- es que las anclas no están enterradas y están a la vista. Algunas son muy fácilmente reconocibles y otras están muy mimetizadas con concreciones de algas. En la tablilla aparece el dibujo de cómo era el ancla, de manera que el juego es que el buceador identifique el ancla a partir de la tablilla». Para Moya, «con este proyecto, a partir de una tesis de la UA que hemos dirigido Jaime Molina y yo, se trata de devolver a la sociedad lo que es suyo».

La ruta de las anclas del Portitxol, una experiencia submarina única

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Este equipo de profesionales espera que esta sea la primera de las diferentes rutas arqueológicas submarinas que se pretenden desarrollar en el futuro. «La investigación que se está realizando, permite suponer la existencia de unas 200 anclas solo en la parte sur de la bahía del Portitxol: anclas líticas, de plomo y madera, ahora ya perdida, tanto de época prerromana como romana, y de hierro, que son las más abundantes».

Además, esta previsto realizar la ruta virtual «para hacerla accesible a personas que no bucean o no pueden bucear». De esta forma, asegura el arqueólogo, el proyecto Portitxol pretende convertirse en «un referente de la puesta en valor de las anclas y el patrimonio arqueológico sumergido».

El tesoro del Portitxol

Las anclas son solo parte del tesoro submarino que alberga la bahía del Portitxol. El hecho de que haya cerca de dos centenares de anclas da cuenta de la importancia histórica de este enclave. «Esto permite afirmar que nos encontramos ante un puerto natural o fondeadero histórico no documentado hasta la fecha», afirma Pérez Prefasi.

De hecho, este año se ha planificado iniciar excavaciones en la isla, a cargo de la Universidad de Alicante y el Museo de Xàbia, que «nos ayudarán a comprender la existencia y la importancia de este puerto natural. Los restos hallados en la Illa nos confirman que estamos ante un relevante yacimiento arqueológico, declarado BIC en 2019, que fue ocupado desde finales de la prehistoria y en época de la colonización fenicia hasta el periodo andalusí, con numerosos restos de época tardo-antigua», de los siglos IV y V después de Cristo.

En su opinión, «solo la arqueología podrá desvelar la función de este asentamiento, en el que pudo haber un santuario, pero que seguro que sirvió de refugio a los barcos que fondearon allí, ya fuera para la realización de intercambios comerciales o esperando el momento más favorable para continuar la navegación».

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