La intérprete de “Ay mama”, hace unas semanas censurada en Instagram y que anoche reivindicó en la semifinal del Benidorm Fest la figura de las “tetas” sin las que, como dice su canción:no habría humanidad ni habría belleza”, se ha pronunciado sobre la ciudad alicantina tras su estancia y la experiencia anoche sobre el escenario.

Al ser preguntada por INFORMACIÓN sobre qué le parece representar una canción tan reivindicativa como “Ay mama” precisamente en Benidorm, ciudad que se movilizó para hacer posible el topless en España, Paula Ribó (Rigoberta Bandini) lo tiene claro: “Benidorm es una ciudad de libertad y muy poco reivindicada en eso es una ciudad muy liberal en muchos aspectos y que qué guay hacerlo aquí”. Sobre la ciudad ha destacado que le está “dando mucha paz” aunque confiesa que, imagina “en verano debe ser otra película, pero es muy bonito y la gente es muy maja”.

La "Rigoteta" planetaria

Después del concierto en el que Rigoberta hizo un "destape" para protestar contra la censura de Instagram, que había eliminado la palabra "tetas" de su canción, las especulaciones estaban servidas.

Mucha gente se preguntaba cómo sería la presentación de "Ay mama" en la semifinal del Benidorm Fest celebrada ayer y Ribó lo hizo, una vez más, de forma original y también muy metafórica: plantando un globo del mundo con forma de teta gigante en el escenario, fondo que acompañaba a imágenes que hacían alusión a la canción, que como ella misma ha confesado en varias ocasiones, no habla sólo de las madres que preparan caldos y las que no, sino también de la feminidad y la vida.