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Isidro Blasco lleva Brooklyn al Museo Thyssen de Madrid

El artista alicantino participa con una gran instalación en la exposición "Hiperreal. El arte del trampantojo" que se inaugura el día 16

La obra "Tren elevado en Brooklyn" ya instalada en la sala del Museo Thyssen.

El artista alicantino Isidro Blasco mezcla su arte contemporáneo con obras de caballete desde el Renacimiento a la actualidad. Y lo hace con una pieza de casi cuatro metros que ha instalado en una de las salas del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Allí, junto a cuadros clásicos de Jan Van Eyck, Francesco del Cossa, John Frederick Peto o Ferdinando Bol, pero también Dalí o Antonio López, Blasco completa con su visión contemporánea la exposición "Hiperreal. El arte del trampantojo", una muestra que se inaugura el próximo día 16 con la que el museo madrileño realiza un recorrido histórico por obras de artistas que desde el siglo XVI han "engañado" al público por la fiel reproducción de la realidad en sus lienzos a través de diferentes técnicas.

El Museo Thyssen encargó el año pasado a Isidro Blasco una pieza para cerrar esta exposición. La comisaria de la muestra, Mar Borobia, acudió al estudio del artista, este le hizo dos propuestas y eligió una de ellas. El resultado es "Tren elevado en Brooklyn", una obra con una base de 5x4 metros y una altura de más de 3 metros y medio que ocupa la última sala del recorrido expositivo. En esta propuesta, el artista realiza una instalación con su característica superposición de fotografías tomadas en un lugar concreto del barrio neoyorquino, la parte de abajo de una intersección de Brooklyn por la que el metro sale a superficie.

"Son 18 fotografías para representar ese espacio", asegura Blasco. "Son imágenes superpuestas haciendo una deconstrucción de toda la estructura de soportes, las vigas, el puente metálico que está como corroído y oxidado".

Si la exposición analiza el trampantojo, lo irreal presentado como real, el artista alicantino realiza el proceso inverso. Atrapa la realidad y la trocea. "Es una estética que recuerda la megalópolis de Nueva York y el deterioro de las infraestructuras. Tiene un atractivo visual muy interesante".

 La pieza esta construida sobre una estructura de madera en la que se reproduce el espacio con fotografías desestructuradas en diferentes paneles hasta conseguir un tamaño casi real, y en la que la iluminación juega un papel fundamental. "Es una sala muy oscura con las paredes pintadas de negro y la iluminación es muy puntual, encima de la obra, y yo he intentando que no se vea como un objeto sino que tenga relación con el espacio en el que se ubica".

"Tren elevado en Brooklyn" se configura además como una obra inmersiva, en el sentido clásico y literal del término, ya que el público podrá entrar dentro de la estructura. "La gente se puede meter dentro y estar rodeado de la obra, físicamente te puedes introducir y recorrerla".

La propuesta de Isidro Blasco, hijo del también artista Isidro Blasco, cierra la exposición con una vuelta de tuerca que rompe en cierto modo el hilo conductor. "Es una sala enorme, vienes de ver cuadros de Van Eyck y otros clásicos, y también de Dalí y de Antonio López, que son los más cercanos, y luego te encuentras con mi obra que no es una pintura y además es contemporánea".

Exponer en el Museo Thyssen es, asegura, "un hito en mi carrera, estoy que floto, es uno de los grandes museos del mundo y tienen esta intención en los últimos años de introducir el arte contemporáneo para que no sea todo pintura clásica y mi participación entra un poco dentro de esta línea".

Según escribe en el catálogo el artista Fernando Quesada: "Esta obra de Blasco no es un trampantojo en sentido estricto. Su fin no es el engaño o la trampa óptica, sino inducir una reflexión en el espectador acerca de la noción del par realidad/representación que se produce cuando la percepción se ralentiza y se vuelve autoconsciente". 

Proyecto en Manhattan

Isidro Blasco, que acaba de participar en ARCO, está trabajando también en una exposición en el Children's Museum of Manhattan, que tiene una sala interactiva, además de ser una centro expositivo de arte. "Hay una sala en la que se presentan propuestas para que los niños interactúen con las obras; me invitaron a hacer algo y les voy a presentar una instalación muy grande para que puedan entrar por dentro; eso será para junio".

En este sentido, afirma que será una construcción efímera, "de madera y contrachapado, que a a tener escaleras, va a ser como una ciudad en miniatura".

 

 

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