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Las obras de Miguel Hernández pasan a dominio público al cumplirse 80 años de su muerte

Según la Ley de Propiedad Intelectual pasado ese tiempo se podrán utilizar los textos del poeta oriolano sin autorización y sin pagar derechos de autor

Fragmento final del manuscrito de "Elegía a Ramón Sijé", dedicado a Juan Guerrero.

Son miles de libros los que se han escrito sobre Miguel Hernández, entre ediciones comentadas, antologías y estudios. Y también más de 220 discos en los que se ha puesto música a su poesía. Todos estos trabajos han requerido el permiso de los herederos del autor oriolano y el pago de los derechos de autor contemplados por la ley.

Pero eso terminará este año, cuando se cumpla el 80 aniversario de la muerte del poeta el próximo lunes, lo que implica, tal como recoge el artículo 26 la Ley de Propiedad Intelectual -aunque no está claro si a partir del día 29 de marzo o del 1 de enero de 2023-, que las obras del poeta pasarán a dominio público y no precisará permiso ni pago de derechos de autor si se publican o utilizan sus obras originales, tal como las dejó el autor.

Pero no será así para las ediciones, traducciones o antologías de Miguel Hernández realizadas a partir de ahora por otros autores o investigadores, que ostentarán los derechos de reproducción, distribución y comunicación pública de su trabajo durante 25 años.

Javier Díez de Olarte, director jurídico de CEDRO, entidad que se encarga de defender y gestionar de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual de tipo patrimonial de autores y editores, distingue entre derechos morales y derechos patrimoniales de un autor. "En cuanto entra en dominio público lo que se puede es utilizar las obras de Miguel Hernández, pero respetando los derechos morales, tales como la identidad del autor o la integridad de la obra, eso hay que respetarlo aunque la obra sea ya de dominio público".

"En cuanto entra en dominio público lo que se puede es utilizar las obras de Miguel Hernández, pero respetando los derechos morales, tales como la identidad del autor o la integridad de la obra", asegura Javier Díaz de Olarte, director jurídico de Cedro

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"Los derechos de propiedad intelectual tienen los derechos morales y los patrimoniales. Los primeros son los que tienen mayor relación con la obra como manifestación de la personalidad de un autor, la versión definitiva, la identidad, y eso lo tengo que citar siempre que se use". En cuanto a los patrimoniales, se centran más en "derechos económicos, los que se necesitan para publicar la obra, para traducirla, para subirla a redes. Estos derechos patrimoniales son los que extinguen sí o sí por el transcurso del tiempo, en este caso 80 años".

Inicio del cuento "El conejito" que el poeta escribió para su hijo en 1941 y que fue adquirido por la Biblioteca Nacional. Cristina Martínez

Es decir, que para ese uso ya no habrá que solicitar autorización a los herederos, "pero tengo que respetar los derechos morales; una editorial puede editar una antología de Miguel Hernández, pero siempre hay que respetar a integridad de su obra".

Lo que ocurre es que esa antología implica "un trabajo, una investigación, y eso no pasa a dominio público, estará protegida durante 25 años; lo mismo ocurre con las ediciones comentadas".

En cuanto a la situación del legado del poeta, que adquirió la Diputación de Jaén a los herederos en 2013 por 3 millones de euros, Díaz de Olarte destaca que compró "objetos tangibles". Y afirma que "una cosa es que yo tenga una carta del poeta, que tendrá la misma temporalidad que sus obras, pasan a dominio público porque es un manuscrito original y el contenido se puede usar, pero otra cosa es que quien la tenga en propiedad de acceso a ella a la gente o no".

227 discos

En el caso de la música, incide en que aunque, por ejemplo, el poema "Para la libertad" pase a dominio público, "la canción de Serrat no porque genera un trabajo creativo del cantautor que tiene derechos de autor".

El tema de la música con poemas del oriolano no es menor. Según recoge Fernando González Lucini en su libro "Miguel Hernández... y su palabra se hizo música", entre 1967 y 2018 un total de 242 compositores han hecho canciones con sus textos. Entre ellos, Paco Ibáñez, Alberto Cortez, Manuel Gerena, Adolfo Celdrán, Joan Baez, Amancio Prada Jarcha y, sobre todo, Joan Manuel Serrat.

El resultado, según Lucini, se cifra en 227 discos publicados con textos de Miguel Hernández, lo que supone que se han musicalizado 168 de sus poemas para crear 510 canciones. A partir de ahora, sus poemas podrán convertirse en música sin necesidad de solicitar permisos.

Derechos de imagen, de la familia

Los herederos del poeta, que son sus nietos, representados por su nuera, Lucía Izquierdo, eran hasta ahora quienes tenían que autorizar cualquier acción con su obra y también quienes recibían los derechos de autor. 

Lo que sí mantendrá la familia son los derechos de imagen, según recoge la Ley Orgánic 1/1982, por la que podrán defender los derechos al honor, la intimidad y la imagen de una persona fallecida sus descendientes. "La reproducción de la escritura, la firma, las fotografías, las podrán utilizar pero pidiendo permiso, como siempre", afirma Izquierdo.

Ahora, dice, "podrán coger los textos y usarlos con total libertad, aunque en realidad siempre se ha hecho; yo he autorizado sin derechos muchísimas cosas y no lo hemos cobrado, nunca hemos puesto problemas si eran cosas sin ánimo de lucro, igual que pensamos hacer ahora también".

De hecho, cuando la Diputación de Jaén compró el legado no incluía los derechos de autor, que han estado siempre en manos de los herederos. Así lo afirma Salvador Contreras, director del Instituto de Estudios Giennenses donde se encuentra ese fondo.

"El derecho a reproducir la obra es lo que se libera ahora, ceder un documento como objeto a una exposición o no es decisión nuestra; los derechos de propiedad no tienen nada que ver con los de autor".

De hecho, asegura que están preparando una edición facsímil de los poemarios editados en vida de Miguel Hernández, "Perito en Lunas", "Viento del pueblo" y "El rayo que no cesa". Una vez que pase a dominio público "no tendremos que pedir autorización a nadie, si lo hiciéramos hoy, incluso siendo propietarios del original, tendríamos que pedir permiso a sus herederos", destaca Contreras que ha dirigido la catalogación y digitalización del legado para ponerlo a disposición de todo el mundo en la red.

Jose Luis Ferris, autor de "Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta", la biografía más completa del poeta oriolano, cree que mucha gente está esperando a que pase a dominio público para hacer cosas. "Hay grupos de teatro que me consta que tienen previsto hacer algunas obras, incluso algún documental también", destaca. "Es verdad que la familia siempre ha tenido en cuenta el tipo de utilización que se iba a hacer, aunque mucha gente ha abusado y se han hecho cosas sin consultar a los herederos".

Lo importante ahora, asegura el escritor, "es editar a Miguel Hernández y hacerlo bien, que sean ediciones cuidadas y rigurosas".

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