El año pasado fue la edición nueve y medio, un eufemismo de los organizadores para que la primera década, que debía haberse celebrado en 2020, no quedará en el olvido de las restricciones y fuera del calendario habitual. Por eso el Salón del Manga y la Cultura Japonesa de Alicante vuelve este año a IFA con el 10 por delante, en su fecha (23 y 24 de abril) y no solo recuperando su espacio sino creciendo en superficie.
Son más de 200 actividades las que se han programado en esta décima edición en la que vuelve a contar con invitados internacionales y con tres escenarios, incluyendo como novedad un espacio gastronómico con talleres de comida japonesa y una cata de sake, entre otras propuestas.
El Salón de Manga de Alicante se diferencia de otras propuestas de este tipo en que "hemos apostado durante años por la cultura japonesa, pero no nos quedamos solo en la cultura pop o moderna sino que transmitimos también valores tradicionales", apunta Miquel Alberola, uno de los organizadores.
Por eso, este encuentro se divide en dos partes diferenciadas. Una más moderna, con el escenario principal donde se celebrarán concurso de karaoke, cosplay o videojuegos, y una zona más tranquila y didáctica, con exhibiciones y conciertos de música tradicional japonesa.
La programación tiene como cabeza de cartel a KAO-S, grupo que combina la tradición japonesa con el rock moderno y el musical teatral que incluye la danza del sable, la guitarra acústica y el shamisen (banjo japonés).
También actuarán Hibiki Ichikawa y Akari Mochizuki, que ofrecerán un concierto de música folclórica nipona, y Mieko Miyazaki, virtuosa del koto (arpa japonesa) afincada en Francia, que viene por primera vez a Alicante.
Lady Samurai, nombre artístico de la actriz y cantante Kaori Kawabuchi, llega desde Japón para ofrecer su exhibición de lucha samurai.
Además, el programa incluye invitados que viven en España pero que trabajan en la difusión de la cultura japonesa. Es el caso de Sergio Hernández y Toni Caballero, que acaban de publicar Backhome con Planeta Cómic; cosplayer como talyBb, Kumo Tenka o Laura Maraver; Ruki, española que canta en japonés, o el estudioso y experto en Japón Vicente David Almazán.
El objetivo del Salón del Manga de Alicante, que cuenta con el apoyo del Consulado de Japón en Barcelona y la Fundación Japón de Madrid, es principalmente "aprovechar ese gusto por el anime y el manga para enseñar que hay algo más allá en el origen de lo que están viendo".
Escenarios, talleres y tatami
Además de los tres escenarios, el principal, el más cultural y el gastronómico, se han habilitado tres salas de talleres de manualidades, una zona infanti y dos espacios de talleres didácticos, sobre idioma japonés y otro de dibujo de manga.
Este año se recupera también el tatami con exhibiciones de artes marciales, así como la zona de videojuegos de origen japonés y "para aquellos más aficionados al ocio alternativo", apunta Alberola, una zona de combate y otra de juegos de mesas con partidas de rol y otros relacionados con el anime.
En esta edición de vuelta a la normalidad esperan "equiparar los números de 2019", una cifra que giró en torno a los 30.000 visitantes.
"La cultura japonesa tiene unos valores que chocan con la cultura española y eso tan diferente nos llama la atención", destaca Miguel Alberola. "Yo mismo he crecido leyendo manga y viendo anime, y al final ese afán de superación y de luchar por lo que quieres te llega y son valores positivos que te hacen un poco profundizar más en esa cultura".
