Entre Perlas del silencio, publicado en 1944, y Victoria del amor, de 2001, hay mucha poesía, mucho lirismo y mucha escritura y reescritura. Todos esos versos han tomado forma ahora en la antología Poesía reunida 1994-2001, obra que recoge la producción poética de Rafael Azuar Carmen (1921-2002). Un libro, editado por el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, con el que el autor alicantino se habría quitado la espinita de haber sido siempre más valorado por su narrativa que por sus versos.
Los profesores Manuel Valero y Raúl Molina han sido los encargados de realizar este trabajo, resultado de un proyecto que recibió una ayuda a la investigación del citado organismo en 2019 y que ahora se ha materializado en un volumen que reúne sus seis poemarios y una antología.
"Hemos recogido toda la poesía que publicó en su vida en formato libro y que está en su propio historial literario", apunta Valero, doctor en Filología Hispánica y también poeta. "Están todos sus poemarios estudiados y anotados filológicamente".
A eso se añade una introducción crítica "y los poemas que hemos rastreado por revistas y diarios para ver si algunos publicados en libros tenían variantes en otros soportes", destaca Molina. "Y muchos de ellos las tenían".
También se incluye, afirma Molina, un anexo donde aparecen mecanuscritos y manuscritos que se encuentran en su archivo. "Hay desde originales de poemas incluidos en la antología hasta inéditos".
Los dos autores se han imbuido durante varios días en el archivo particular de Rafael Azuar, depositado en el Gil-Albert. Y ahí se han enfrentado a una de las mayores dificultades a la hora de afrontar esta antología. Para Valero, "el mayor reto de nuestro trabajo ha sido el carácter antologizante del autor, ya que aprovechaba las diferentes ediciones de sus poemarios para insertar poemas que ya había publicado en otro libro, repetía poemas anteriores y eso tiene que ver con la gran cantidad de material que hay en sus archivos; por eso ha sido una labor compleja", asegura Valero.
Si hay que destacar algún rasgo significativo de la poesía del ganador del Premio Café Gijón, entre otros galardones, por Modorra, y fundador del Aula Gabriel Miró, para Raúl Molina es el lirismo. "Yo destaco el lirismo de su poesía, es un poeta que siempre busca la belleza del lenguaje y también lo alicantino".
En este sentido, el otro autor de libro asegura que su poesía "se encuentra bastante apegada a sus compañeros de la posguerra alicantina, como Manuel Moina, Vicete Ramos o Vicente Mojica; parte de una mirada idealista hacia la contemplación".
Manuel Valero y Raúl Molina ya piensan en un nuevo libro sobre este autor, Poesía dispersa. "Queremos recoger los poemas que no se publicaron en los libros, todos los textos poéticos que se han publicado en revistas u otros soportes, además de poemas y poemarios que permanecen en el archivo y que son bastantes".
