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Ciudad de la Luz: sí a los incentivos fiscales, no a las subvenciones

Los estudios alicantinos nacieron cuando España no contaba con rebajas tributarias para rodajes, algo que la Generalitat suplió con ayudas que llevaron a su cierre. Desde 2020, hay una bonificación para rodajes del 30%

Imagen de uno de los platós grandes de Ciudad de la Luz esta misma semana, durante la visita de Ximo Puig. ANTONIO AMORÓS

Cuando Ciudad de la Luz acogió el primer rodaje en 2005, los incentivos fiscales para las producciones, tanto nacionales como internacionales, no existían. No fue hasta 2014 cuando el entonces ministro de Hacienda Cristóbal Montoro introdujo una reforma fiscal que contemplaba la devolución del 15% de la inversión realizada en un rodaje, con un límite de 2,5 millones, en el caso de películas extranjeras, y del 20%, en cintas españolas, con un límite de 3 millones.

Partir de cero y llegar a esas cantidades fue un gran paso, pero insuficiente. Teniendo en cuenta que ese mismo año las desgravaciones que ofrecían Francia, Alemania e Italia para rodajes llegaban hasta el 40%; Gran Bretaña, hasta el 25%, e Irlanda, el 28%, las cifras españolas resultaban totalmente fuera de mercado y nada competitivas.

Aunque lo más sencillo hubiese sido que la ley se equiparara a la del resto de Europa -algo a lo que parece que Montoro no estaba dispuesto pese a la presión del sector- para poder jugar en la misma liga, la Generalitat Valenciana optó por tomar sus propias medidas. Si con los mejores platós de Europa las producciones no venían porque los incentivos fiscales o no existían, al principio, o eran mínimos, después, pues se daban subvenciones y arreglado.

Ese fue el principio del fin de unos estudios que contaron con una inversión pública total de 470 millones y que concedieron más de 22 millones de euros a los 66 rodajes que acogieron las instalaciones entre 2005 y 2012.

Aunque al margen de la normativa nacional, la Generalitat aprobaba una partida anual destinada a "la compra" de rodajes. En 2011, esa cantidad ascendió, a 2,4 millones de euros, igual cantidad que en 2012.

Ese año, la Comisión Europea declaró incompatibles e ilegales tanto las ayudas percibidas por Ciudad de la Luz por parte de la Generalitat para la construcción del complejo como las subvenciones concedidas a los rodajes, después de la denuncia de los estudios británicos Pinewood que consideraban competencia desleal.

Lo que estaba claro es que esas partidas que felizmente fue dando la Generalitat a producciones tanto nacionales como extranjeras se hicieron sin ninguna normativa que las regulase y ese fue el motivo que provocó en 2012 el cierre de los estudios, que el próximo 1 de julio volverán a estar operativos después de que la Comisión Europea levantase el castigo al complejo alicantino y la Generalitat haya recuperado este espacio para hacer cine.

Giro de la política fiscal

Desde entonces hasta ahora, no solo ha cambiado la situación del complejo, también lo ha hecho la política fiscal. En 2020, el nuevo gobierno incrementó hasta el 30% los incentivos fiscales para rodajes en el primer millón de euros y el 25% para el resto del gasto realizado en España, con un límite de 10 millones de euros. Unas cifras que se ven superadas en Canarias, País Vasco y Navarra que cuentan con sus propios regímenes fiscales para los rodajes internacionales, algo que no tiene la Comunidad Valenciana que deber regirse por la normativa nacional.

Pero esta rebaja impositiva ha posicionado a España, y por tanto a Ciudad de la Luz, en el mercado internacional y se ha equiparado e incluso elevado las bonificaciones tributarias de otros países europeos en la actualidad. Así, según datos registrados por Profilm, asociación de empresas productoras de audiovisual internacional, las cifras que manejan en 2022 Alemania y Gran Bretaña son del 25%; mientras Francia, Austria, Hungría, Croacia, Italia o Portugal se sitúan también en el 30%.

Este cambio porcentual ha supuesto que si la inversión total en España por rodajes entre 2016 y 2019 fue de 130 millones de euros, en 2021 se ha incrementado hasta más de 263 millones, según datos facilitados por Profilm. Y el tiempo de estancia de una producción en España pasó de algunas semanas a nueve meses o un año.

Al aumento de incentivos fiscales, el complejo alicantino añade la ventaja de contar con unos estudios difíciles de encontrar en otros países y en otras zonas de España. A lo que se suma el clima y un sector técnico especializado de gran calidad.

Las perspectivas para los próximos 5 años, según apuntó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, esta misma semana en Ciudad de la Luz, estiman que los platós alicantinos acogerán unas 220 producciones, con un impacto económico de 850 millones, aunque previamente habrá que invertir 2,4 millones en modernizar y poner en funcionamiento las instalaciones, sobre todo el foso de agua, único en Europa.

A esto se sumará que el próximo 27 de junio está previsto que se recupere la Film Commission Comunidad Valenciana, que desapareció tras cerrar los platós, para buscar rodajes.

De hecho, ya hay peticiones y consultas sobre las fechas de puesta en marcha de los estudios porque en un momento con tanta producción audiovisual incrementado por las plataformas existe un déficit de platós en España. Y Ciudad de la Luz puede ser la solución.

Incentivos fiscales en países europeos para rodajes internacionales *



ALEMANIA: 25% con una devolución máxima de 25 millones de euros.

AUSTRIA: 30% con una devolución máxima de 7.5 millones de euros.

BÉLGICA: Tax Shelter del 42% con un tope devolución de 15 millones de euros.

CHIPRE: I25%-35% con un tope devolución de 25 millones de euros.

CROACIA: 30% con un tope de 8 millones de euros.

ESPAÑA: 30% con un tope de devolución de 10 millones de euros.

FINLANDIA: 25% con máximo de devolución de 12.35 millones de euros.

FRANCIA: 30% que puede llegar hasta a ser de hasta el 40% si la producción cuenta con importantes efectos visuals (VFX) y una devolución máxima 30 millones de euros.

GRECIA: 40% con una máximo de devolución de 75 millones de euros al año.

HOLANDA: 35% con una devolución máxima anual de 19.25 millones de euros.

HUNGRÍA:30% con un máximo de devolución de 90 millones de euros.

IRLANDA: Tax credit del 37% hasta un límite de 70 millones de euros.

ISLANDIA: 25% sin límite de devolución.

ITALIA: 30% con una devolución máxima de 25 millones de euros.

LITUANIA: 30% con una máximo de devolución de 50 millones de euros.

MALTA: 30%-35% sin límite de devolución.

NORUEGA: 25% con máximo de devolución de 6.4 millones de euros.

POLONIA: 30% 45 millones de euros al año.

PORTUGAL: 30% con un Cap anual de 12 millones de euros.

REINO UNIDO: Tax credit del 25% sin límite de devolución.

REPÚBLICA CHECA: 20% con límite de 30 millones de euros al año.

RUMANÍA: 35% con un tope devolución de 10 millones de euros por proyecto.

SERBIA: 30% con una máximo de devolución de 7 millones de euros al año.

*Fuente: Comparativa de los incentivos fiscales en Europa (PROFILM)

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