La imparable inquietud de Asun Noales llevó a la bailarina y coreógrafa ilicitana a montar un curso de verano bajo el paraguas de su compañía, OtraDanza. Eso fue en 2006 y desde entonces Dansa per a tots se ha convertido en un referente que recibe a bailarines de diferentes partes del mundo.

Empezó realizándolo en Altea, luego pasó al Gran Teatro de Elche y en el año 2009, cuando inauguraron el Escorxador, este espacio pasó a ser sede de su compañía y también de este curso. "Antes tenía apoyo de la Universidad Miguel Hernández, pero ahora lo hago de manera independiente".

Una de las clases en el Escoxador.

Esta nueva edición comenzó el pasado lunes y finalizará el viernes. "Es un curso internacional y viene gente de diferentes partes del mundo, en este caso, hay de Italia y Alemania, además de muchas ciudades de España, como Barcelona, País Vasco, Valencia, Jaén, Granada, Alicante...", apunta Asun Noales.

En el Dansa per a tots de este verano participan cuarenta bailarines, que trabajan de forma intensiva entre las 9 y las 14.30 horas. En ese tiempo, se imparten no solo clases de danza, también de yoga, técnicas flying low, técnica release, body contact e improvisación. "Les damos un montón de herramientas", afirma. Y el viernes, que es el último día, "hacemos una muestra abierta". 

Además, dentro de este curso, Asun Noales, ganadora de tres premios Max por su montaje La mort i la donzella, producción del IVC, realiza una selección de bailarines. "Hago como una proceso de audición, ojeo y veo a la gente que tiene talento y a la que pienso que puedo echar un cable para pasar la transición de la escuela a una compañía profesional".

Son diez los bailarines que elige en esta selección, "que estarán conmigo en el proyecto GoOD durante cuatro meses, entre enero y abril".

El plantel de profesores lo completan Sara Huertas, que imparte yoga, y Sebastián Rowinsky, que da clases de flying low.