En 2020, el MARQ terminó los trabajos de musealización de la Cova de l'Or y la hizo visitable, algo que se completó con el centro de interpretación en Beniarrés. En 2021 se retomaron las excavaciones y ahora, la segunda campaña puesta en marcha desde el museo, realizada por arqueólogos y especialistas que han trabajado durante el mes de julio junto a estudiantes en régimen de voluntariado procedentes de diferentes universidades, ha sacado a la luz importantes cerámicas del Neolítico con representaciones del sol.

Bajo la dirección de Consuelo Roca de Togores, Carlos Ferrer y Jorge Soler, este año se ha procedido a excavar una estrecha grieta abierta al exterior, cuyo registro ha aportado fragmentos cerámicos de vasos grandes y otros con decoraciones, entre los que se determinan representaciones astrales que confirman la vinculación religiosa. Ese registro advierte de la vida en el exterior de la cavidad y apunta a que en la explanada de acceso a la Cueva pudieron practicarse ritos vinculados con la producción. 

Una arqueóloga en la grieta intervenida.

La campaña de este año ha documentado los niveles más recientes del uso de la cueva correspondientes a la época moderna (siglos XVII-XVIII). Además de material cerámico como ollas, cazuelas y lebrillos, se han hallado restos de fauna y de combustión que se ha interpretado como zonas de corral para el cierre del ganado doméstico dentro de esta cueva, declarada BIC. También se han documentado niveles puntuales de la época romana e ibérica.

En otro de los perfiles, la excavación ha permitido ahondar en la investigación de los momentos finales del Neolítico, en los que el registro de restos humanos y elementos como vasos cerámicos, adornos como colgantes elaborados en concha y en piedra, objetos realizados con huesos de animal, como punzones y otros realizados en piedra de sílex, como laminitas, confirman el uso funerario de la cavidad.  

La Cova de l’Or es uno de los yacimientos más representativos de la Comunidad Valenciana, clave para la investigación del Neolítico en la Península Ibérica, con una secuencia que abarca desde el 5.600 al 2.800 a.C. La puesta en valor de este enclave patrimonial, llevada a cabo por la Diputación de Alicante a través del Área de Arquitectura y del MARQ, culminó con su apertura al público mediante visitas guiadas gestionadas desde la Fundación MARQ en colaboración con el Ayuntamiento del municipio.

La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha celebrado los progresos que se están produciendo en todas las exploraciones del Plan de Excavaciones del Museo Arqueológico, dotado con un presupuesto de 130.000 euros y con la participación de más de setenta arqueólogos del MARQ y voluntarios. Asimismo, Parra ha asegurado que “este año de nuevo se están cumpliendo los ambiciosos objetivos marcados para avanzar en la investigación en un enclave tan relevante como es la Cova d’Or, ejemplo del esfuerzo que se está llevado a cabo desde el MARQ para ahondar en el conocimiento de nuestra historia”. 

Trabajos desde el pasado siglo

Las primeras excavaciones se realizaron en los años treinta del pasado siglo. Entonces ya quedó patente que la Cova de l’Or había sido un enclave destacado en el Neolítico, un lugar de referencia social para los pobladores de origen mediterráneo que a mediados del VI milenio a.C. llevaron hasta esta zona, hoy término municipal de Beniarrés, la práctica de la agricultura y la ganadería.

Desde entonces son muchas las campañas arqueológicas que se han desarrollado en este enclave. La última de ellas a mediados de los 80. Tres décadas más tarde, las cueva se hizo visitable y también se puso en marcha una nueva excavación por parte del MARQ, que ha tenido continuidad este año y seguirá el próximo.