El artista alicantino Antonyo Marest, que tiene diseminada su pintura urbana por edificios de medio mundo, acaba de dejar su impronta en el barrio de la Albufereta, en concreto en el exterior de la farmacia de la avenida de Villajoyosa, junto al edificio Vistamar, más conocido como El barco. 

Apasionado de la arquitectura, del art déco y de las construcciones antiguas, este creador internacional nacido en Villena llevaba tiempo queriendo intervenir en esta farmacia, que, según indica, era la caseta donde se vendían los pisos del edificio diseñado por el arquitecto Juan Guardiola, construido en 1963 y perteneciente al Racionalismo Levantino.  

"Andaba muy enamorado de ese espacio por la arquitectura que tiene y su característico techo -en forma de ola con picos triangulares- y cuando me enamoro de algo, no paro", confiesa Marest, que añade que cada vez que pasaba delante de este espacio "tenía un gusanillo que me decía que debía intervenirla para darle una nueva imagen. Me enteré de que esta farmacia pertenecía a una amiga mía y no me lo podía creer, pero como tantas cosas y tantos proyectos que se me cruzan en mi día, creo que nada es por casualidad, y estuvimos hablando de la posibilidad de darle un cambio a la farmacia de la Albufereta, que surte a todo el vecindario desde hace más de cuarenta años".

La farmacia pintada por Marest, junto al edificio Vistamar ALEX DOMÍNGUEZ

La intervención la tenía clara, pero días antes estuvo paseando por el barrio y hablando con los vecinos y la plataforma SOS Albufereta, que reivindica mejoras ante el deterioro del barrio desde hace tiempo, y con la propietaria de la farmacia sopesó hacer un guiño a sus demandas y "ayudar a que su voz tenga un poco más de escucha".

"Decidimos pintar el techo en forma de ola de azul, algo que casa muy bien con esta construcción, que recuerda a nuestro mar, el Mediterráneo", indica el artista, que ha pintado de fuerte amarillo la parte interior de la cubierta, y el antiguo amarillo apagado de la fachada junto con el granito han sido sustituidos por rayas en diagonal en blanco y negro, y el azul turquesa en la parte baja, así como en el letrero del establecimiento instalado en la parte superior.

Marest y su equipo han trabajado cuatro días "con la brisa y el sol" y para él ha sido un proyecto "muy satisfactorio" que confía en que ayude a llamar la atención en la Albufereta ante el "abandono" que presenta. Será uno de los pocos barrios en Alicante que pueda presumir de tener una construcción pintada por este artista, que cuenta con cerca de doscientas obras pintadas por los cinco continentes, donde imprime su sello mediterráneo y alicantino inconfundible.

En Alicante, espera aún el diseño de las casetas en la playa de San Juan, retrasadas por el Ayuntamiento. Hace unos meses concluyó su intervención en el casino The Strat de Las Vegas y este trimestre le aguarda una residencia artística en el museo PAMM de Miami, donde permanecerá hasta diciembre y donde prevé pintar un mural de 9.000 metros cuadrados.