La casualidad, una vez más, hizo que los aficionados al buceo en apnea, Luis Lens y César Gimeno, descubrieran en el fondo marino de la isla del Portixol de Xàbia ocho monedas de oro. Los arqueólogos de la Universidad de Alicante y los GEAS de la Guardia Civil, en colaboración con el Ayuntamiento de Xàbia, realizaron una serie de inmersiones en la zona que dieron como resultado el hallazgo de 53 monedas de oro y tres clavos -probablemente de cobre- así como algunos restos de plomo muy deteriorados que, según todos los indicios, podrían pertenecer a un cofre.

Eso fue en septiembre de 2021 y ahora, esas monedas ya están listas para volver a Xàbia y ser expuestas en el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco, después de que el Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) haya restaurado todo el conjunto de monedas de oro.

El hallazgo fue notificado a la Dirección General de Patrimonio Cultural y tras verificar su importancia se planificaron excavaciones subacuáticas en el yacimiento, en colaboración con los arqueólogos de la Universidad de Alicante y los GEAS de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Jávea.

Algunas de las monedas encontradas, en el fondo del Portixol

La intervención arqueológica proporcionó nuevas monedas que, junto con las halladas en el momento de su descubrimiento, se depositaron en el IVCR+i para restaurarlas.Según el estudio numismático preliminar se trata de un conjunto de monedas de oro (solidus) de finales del siglo IV y principios del V de los emperadores Arcadio, Valentiniano, Teodosio y Honorio.

Las monedas presentaban como principal problema adherencias de origen biológico producidas por la incrustación de pólipos marinos. Los análisis por microscopia electrónica han demostrado que se trataba de calcio, hierro y otros elementos químicos minoritarios.

Después de documentar el estado de conservación mediante microfotografía y los análisis fisicoquímicos de los elementos adheridos, se procedió a la limpieza con baños por ultrasonidos con una baja proporción de EDTA (ácido utilizado en la limpieza y restauración de metales). Luego, se sometieron a un proceso de secado en condiciones de temperatura controlada y se terminó la limpieza de adherencias por medios mecánicos.

Posteriormente, se ha realizado el análisis metalográfico del oro por fluorescencia de rayos X para determinar las características del metal y el grado de pureza, y obtener información sobre las cecas de procedencia y el proceso de acuñación.